"Si hubo coimas de la empresa brasileña Odebrecht en la Argentina fue a funcionarios kirchneristas", disparó el jefe de Gabinete, Marcos Peña, al desligar a los funcionarios del actual gobierno del caso que atemoriza a casi toda la clase política brasilera.
Por otro lado, siguiendo con este tema también exhortó a la procuradora general de la Nación, Alejandra Gils Carbó, a hacer "pública en forma inmediata" la información que le llegue de parte de la justicia de ese país sobre este caso.
"Creemos que la obligación de Gils Carbó, para eliminar cualquier sospecha, es, si recibe (la información sobre coimas pagadas por la constructora de ese país), las haga pública en forma inmediata", manifestó Peña tras decir que el accionar de la jefa de los fiscales, "deja mucho que desear". Brasil se comprometió ayer a enviarle a Gils Carbó documentos y videos de los 77 ejecutivos que se acogieron a la figura de "delación premiada" ante la Justicia de ese país. En paralelo, el ministro Garavano pidió que la Oficina Anticorrupción, a cargo de Laura Alonso, también participe de la investigación sobre la conexión local de la red de coimas.
En este sentido, Peña volvió a calificar de "mamarracho jurídico" las acusaciones de coimas lanzadas por un "arrepentido" brasileño contra el jefe de la inteligencia nacional, Gustavo Arribas, y reiteró que el Gobierno "es el primero" en estar interesado en que este tema se esclarezca.
Según palabras del funcionario macrista, mientras Gils Carbó sea la responsable de los fiscales, "y no se vean elementos claros de avance hacia la corrupción kirchnerista, al contrario, se vean maniobras que son poco claros y de buscar desviar la atención, vamos a tener una evaluación crítica" respecto de ella. "Nosotros estamos mirando con atención lo que está pasando con el proceso judicial y la comisión investigadora que está trabajando en el Congreso, porque habría serios indicios de mala praxis en la función; pero eso en este momento está en manos de la comisión bicameral", expresó.