El nuevo obispo de Puerto Iguazú, monseñor Marcelo Martorell, aseguró hoy que si bien todavía no se comunicó con su antecesor, su posición política " es muy cercana” a la de Joaquín Piña, su antecesor. “ Estoy de acuerdo con todo lo que está haciendo; la intención del gobernador Carlos Rovira es un proyecto de dictadura”, aseguró.
Martorell comentó, además, que se enteró de su nuevo destino “ hace cuatro días”, y que si bien no se ha comunicado con Piña, sí lo ha hecho “con otros sacerdotes” .
Sobre el alejamiento de su antecesor del obispado de Puerto Iguazú, Martorel indicó a Radio Mitre que “ monseñor pidió que se apuraran en aceptar su renuncia”, así podía poner mayor énfasis en su cruzada anti-reelección. “ No podía hacer las dos cosas", sostuvo, y aseguró que que conoce “la situación de la provincia por los medios”.
También se refirió a su relación con el empresario Alfredo Yabrán. El obispo reconoció que fueron amigos y aseguró: “ Nunca lo negué ni lo negaré”. Sí rechazó las versiones que indicaban que, gracias a la relación que los unía, él mismo se habría encargado de hacer lobby para la concreción de negocios del empresario en la provincia de Córdoba. “Eso no es cierto”, aseguró, escueto.