Una protesta de cooperativistas mineros contra un proyecto estatal en Bolivia desató una verdadera tragedia. En pocos días ya son cuatro los muertos. A los tres mineros asesinados por la policía, los manifestantes secuestraron y mataron a golpes al viceministro boliviano de Régimen Interior, Rodolfo Illanes.
El Procurador General del Estado, Héctor Arce, y el ministro de Trabajo, Gonzalo Trigoso, recibieron el cuerpo de Illanes en la ciudad de El Alto, vecina de La Paz, alrededor de las 02.30 hora local (03.30 hora de Argentina), indicó a la agencia EFE una fuente de la Procuraduría.
Según una observación inicial del cadáver, Illanes exhibe varios golpes en la cabeza, particularmente en la nuca, añadió la fuente. El ministro de Gobierno, Carlos Romero, afirmó que Illanes "fue cobarde y brutalmente asesinado" en la región de Panduro tras ser tomado de rehén por mineros privados y cuando intentaba promover el diálogo.
"A estas horas de la presente jornada todos los indicios indican que nuestro viceministro Rodolfo Illanes ha sido cobarde y brutalmente asesinado", remarcó en una declaración de prensa registrada en el Palacio de Gobierno.
Los cooperativistas mineros que desde hace semanas están en conflicto en Bolivia, para rechazar una ley para el sector impulsada por el gobierno, ayer mantenían "retenido" al Illanes, mientras el Poder Ejecutivo renovaba su llamado al diálogo y al levantamiento de las cortes y bloqueos de ruta.
La Federación Nacional de Cooperativas Mineras de Bolivia (Fencomin), que agrupa a unos 150 mil asociados, había denunciado en un primer momento la muerte de los tres cooperativistas a manos de la Policía. "Tenemos compañeros asesinados por armas de fuego que ha usado la policía boliviana", acusó el vicepresidente de Fencomin, Agustín Choque, en declaraciones a EFE. Fermín Mamani murió durante un enfrentamiento con agentes en la zona de Sayari, situada a unos 100 kilómetros de la ciudad de Cochabamba.