La intervención del gobierno en el Hospital Posadas puso en relieve un conflicto latente entre el director desplazado, Donato Spaccavento, y la Asociación de Profesionales de ese nosocomio, que lo denunció por hacer "ingresar mucha gente" durante su gestión.
El dirigente de la Asociación de Profesionales del Hospital Luis Canievsky, señaló que Spaccavento dispuso la incorporación de personal por cuestiones de "clientelismo político". "Intentó resolver algunos problemas, como insumos, pero hay una serie de temas sin resolver, como la precarización, y el ingreso de mucha gente sin tener en cuenta las necesidades reales del hospital", consideró.
Spaccavento, en contraposición, indicó que durante su "gestión bajo ningún punto de vista" hubo corrupción, pero reconoció que "se invertía mucho dinero que no se reflejaba en la atención que se brindaba" en el centro de salud.
El exdirector de Posadas consideró que desde el Gobierno "no se habla de malversación de fondos, se habla de que se invertía mucho dinero que no se reflejaba en la atención que se brindaba".
"Yo coincido en eso y tenía una estrategia para corregirlo", señaló el médico, quien añadió que "no" puede "aceptar bajo ningún punto de vista que quede alguna duda de algún nivel de falta de transparencia".
Algunos médicos, sin embargo, interpretaron que el cambio obedecía en realidad de una "interna política" e incluso llegaron a señalar que mucha militancia juvenil había ingresado con Spaccavento al Posadas y ahora llegaba un hombre que respondía, al menos en su cargo anterior de director del hospital de Morón, a la comuna que dirigió el jefe de Nuevo Encuentro, Martín Sabatella.
Sin embargo, el dirigente de la Asociación de Profesionales del Hospital dijo que Spaccavento "en ningún momento resolvió la situación del pase a planta permanente del personal" y denunció que "hoy el 75 por ciento del plantel está en situación de empleo precario y muchos de ellos en esta situación hace más de 20 años".
Otra visión. El médico Jorge Yabkowski, jefe de la Federación Sindical de Profesionales de la Salud de Argentina (FESPROSA), advirtió que el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner "no puede aducir la famosa muletilla 'recién nos hacemos cargo' porque hace 12 años que este proceso político maneja a su antojo el hospital Posadas, que depende directamente de Nación".
Advirtió que se da a conocer el decreto que ordena la intervención cuando "se menciona en diversos medios que hechos muy graves están por salir a la luz, lo que habría determinado esta decisión gubernamental anticipándose a su difusión pública".
Asimismo, cuestionó la gestión de Donato Spaccavento, desde hace 10 meses, al sostener que "fue turbulenta desde su inicio". Y apuntó que Spaccavento llegó a plantear que "venía al hospital por orden directa de la Presidenta para 'normalizarlo de una buena vez'" y "como casi toda gestión la que acaba de ser removida vino con una gran cantidad de 'asesores, personal confiable", añadió.
