Gustavo Menéndez, presidente del Partido Justicialista en la provincia de Buenos Aires, no se rinde en su intención de unificar el peronismo y redobló la apuesta al vaticinar que la unidad "en algún momento se va a dar" durante 2018. En vistas a este objetivo, aseguró que se dedicará "todo el mes de enero a una "rueda de consultas para acercar a las partes”.
"Esa unidad de la que todos son adoradores y pretenden ser artífices, en algún momento se va a dar. Tenemos todo el año para trabajar", añadió el dirigente, que aspira a construir un frente que abarque las figuras de Cristina Fernández de Kirchner, Sergio Massa y Florencio Randazzo, entre otros.
"Hablé con los gobernadores Sergio Uñac (San Juan), Juan Manuel Urtubey (Salta), Gildo Insfrán (Formosa), Gustavo Bordet (Entre Ríos) y varios más. La idea es ir a visitarlos o que ellos nos visiten para poder tener una visión de los desafíos en las provincias", indicó Menéndez en declaraciones a Radio El Mundo.
A pesar de las diferencias pronunciadas entre Unidad Ciudadana y varios gobernadores peronistas en el ámbito legislativo, el jefe comunal de Merlo opinó que esas posturas se dieron por "un problema de comunicación" y porque la unidad "no se trabajó con el debido tiempo". "Hay que sentarse a hablar", afirmó. Y señaló que su objetivo es "tener una agenda de 5 o 6 temas en la que todos estemos de acuerdo".
El dirigente justicialista, también intendente de Merlo, mantuvo el martes pasado un encuentro con Sergio Massa para intentar avanzar en un acuerdo con Unidad Ciudadana. Sin embargo, la idea hasta el momento fue rechazada por unos y por otros. "No creo que Sergio Massa vaya a Ezeiza o Marcos Paz de visita", publicó ayer en Twitter el presidente del bloque de diputados bonaerense del Frente Renovador, Rubén Eslaiman. “Conmigo no cuenten”, adelató, en tanto, Graciela Camaño, jefa del bloque de diputados nacionales del Frente UNA.
Del lado kirchnerista tampoco fueron abundantes hasta el momento los frutos cosechados por Menéndez. Sin embargo, algunos dirigentes peronistas, como Martín Insaurralde –con quien mantuvo un asado el miércoles-, ven con buenos ojos el armado de un frente amplio y ponderó el rol de Cristina en esta construcción.