La victoria de Gabriela Michetti con el 31 por ciento confirma el rol hegemónico del PRO en la Capital Federal. La alegría fue exhibida en su búnker ni bien dieron las 18 y se potenció con el correr de los minutos.
La diputada electa de Pro interpretó hoy que la victoria de su fuerza en la Capital Federal, que la tuvo como primera candidata, ofrece "la posibilidad de empezar a hacer acuerdos nacionales".
Michetti manifestó esta noche estar "muy contenta" con el primer lugar obtenido en la elección para diputados en la Ciudad de Buenos Aires. En segundo lugar quedó el candidato de Proyecto Sur, Fernando "Pino" Solanas, que relegó a un tercer puesto al Acuerdo Cívico y Social de Alfonso Prat Gay.
Michetti, escoltada por un eufórico Mauricio Macri, reconoció que el resultado de las elecciones legislativas que se realizó en todo el país exhibe que el electorado "sigue apostando al cambio" en materia de futuro político. "Estoy muy contenta y quiero agradecerle a los ciudadanos que nos han acompañado nuevamente en esta elección, y siguen apostando al cambio", expresó.
" Sabemos que la transformación es difícil y lleva tiempo, y es esforzado pero da estímulo para poner lo mejor de uno para llevarlo adelante", dijo la candidata del PRO y pidió a "todos sus adversarios políticos" a "trabajar" por el crecimiento y desarrollo de la Argentina.
En ese sentido, Michetti dijo que el nuevo Parlamento "va a dar la posibilidad de trabajar temas importantes, urgentes y muy dolorosos". "Hay que empezar a hacer del Estado un lugar distinto", agregó.
Por último, Michetti dijo que hacía una "lectura muy positiva y entusiasta" de las elecciones porque "ser gobierno y sostener el apoyo de la gente es muy difícil".
Con los resultados de hoy, la fuerza de Macri confirmó su predominio en la política porteña, convirtió a Gabriela Michetti en un referente de peso en el distrito, vio cómo se reducía la amenaza política de expansión de Elisa Carrió y redujo a su mínima expresión histórica al kirchnerismo capitalino. Después de cuatro elecciones consecutivas -con la excepción de la presidencial del 2007-, el macrismo ratificó que puede mantener una fuerte influencia sobre el 35 por ciento de los porteños, y en esta ocasión sin la presencia de Macri.
Fuente: DyN.