Mientras D’Elía moviliza 200 micros para ir a Salta, los ruralistas denuncian un boicot

El líder de la Federación Tierra y Vivienda, Luis D'Elía, es uno de los dirigentes que encabezará la movilización que mañana llegará a Salta para alentar a la presidenta Cristina Fernández de Kirchner. Al mismo tiempo, los ruralistas preparan su contra acto en Rosario y denuncian un boicot por falta de combustible.

D’Elía adelantó que serán 200 los micros con militantes kirchneristas, la mitad perteneciente a su agrupación. En un tono más conciliador, aseguró que los ruralistas tienen derecho a realizar su acto de rechazo a las políticas agropecuarias del Gobierno.

En José C. Paz, los punteros ofrecen desde 200 pesos con pasaje y alojamiento para llevar a los militantes hasta Salta. La situación se repite en distintas localidades del conurbano bonaerense, desde donde ya partieron cientos de micros hacia el norte del país, con un costo por unidad de entre 6000 y 10.000 pesos, según indica el diario La Nación.

La movilización es impulsada por gobernadores, intendentes y líderes sociales que suelen manejar gente para llevar a los actos oficiales. Los militantes se quedarán sin el recital del Chaqueño Palavecino, que decidió suspender su actuación, pero los 200 pesos que les ofrecen al parecer alcanzan y sobran.

Como contrapunto del acto oficial, el campo realizará mañana 25 de mayo su propia movilización a Rosario para manifestarse en contra de la política el Gobierno en relación al campo, en especial por la suba de las retenciones móviles.

Los ruralistas denunciaron que temen un intento de boicot para que los manifestantes no puedan llegar al Monumento Nacional de la Bandera en Rosario a participar del acto. Aseguraron que podría haber faltante intencional de combustible.

El vicepresidente de Federación Agraria, Pablo Orsolini, indicó que “ hay una orden del Gobierno para desabastecer de combustible a todo Rosario y su zona de influencia para que los vehículos no puedan tener combustible”, según indica el diario Clarín.

El dirigente consideró que el Gobierno dio la orden porque “tienen miedo de que llegue demasiada gente”.