Más allá de la tensión y las chicanas cruzadas por la presencia de Daniel Scioli en el recinto, el oficialismo quedó preocupado por la dificultad que tuvo para lograr el quórum en la Cámara de Diputados.
El Frente de Todos tiene una bancada de 118 legisladores y necesita 129 para el quórum. Ese número le costó sangre, sudor y lágrimas. Por problemas personales de tres de los 118 propios, pero también porque esa lista de 11 es difícil de completar.
Por eso, si bien es la primera vez que está tan ajustado, también es cierto que el gobierno recién arranca y que en el oficialismo hay preocupación. De esos 11 que le faltan para completar el número, ocho los aporta el bloque del aliado circunstancial José Ramón. Son ocho que cotizan en bolsa.
El otro bloque al que el Frente de Todos le pone el ojo es el de Consenso Federal, que lo preside Eduardo “Bali” Bucca y que este jueves le hizo un desplante al oficialismo y no dio quórum. Ese bloque cuenta con el comando de Graciela Camaño, ex aliada de Sergio Massa, pero que no le regala nada al kirchnerismo.
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En la emergencia social, la mitad de ese bloque dio quórum. Hoy no bajó ninguno. Dicen que el argumento fue que no tienen integrantes en la Comisión de Previsión Social, donde se trató el tema de las jubilaciones. El oficialismo lo lee como falta de voluntad.
Quedó sobre la mesa una realidad: la comodidad que el FDT tiene en el Senado le falta en Diputados y sobre todo para proyectos sensibles, el Gobierno tendrá que negociar, hacer concesiones y por qué no, apelar a cualquier herramienta (como la presencia de Scioli) si la ley o el reglamento se lo permiten.
MC