Ayer se lo vio sonriente y distendido, de civil. El viernes dio un discurso en un acto por el Día del Ejército y advirtió que las Fuerzas Armadas están participando de un proyecto nacional que las “trasciende”. Pero las denuncias contra el jefe del Ejército, César Milani, siguen acumulándose.
Un ex detenido desaparecido impulsará una nueva causa penal en su contra por “privación ilegítima de la libertad y tormentos” durante su cautiverio en la dictadura militar. Se trata de Oscar Schaller, que declaró hace dos semanas como testigo, pero se presentará como querellante mañana, con el patrocinio del Centro por los Derechos Humanos.
La abogada Myriam Bregman adelantó que harán la presentación ante el juzgado federal de La Rioja, donde tramita la causa Ledo. Se trata de la investigación por la desaparición del conscripto Alberto Agapito Ledo. La familia del joven acusa a Milani, pero sólo un ex capitán, Esteban Sanguinetti, está procesado.
Los testigos que ofrecerá para sostener su acusación son Graciela Rosenblum, de la Liga Argentina por los Derechos del Hombre; Enrique Fukman, de la Asociación de Ex Detenidos Desaparecidos; Graciela Ledo y Alfredo Ramón Olivera.
Bregman agregó que “en esta querella estamos solicitando la apertura de los archivos de la represión que posee el Estado, los de las Fuerzas Armadas, el Batallón 601 y la ex SIDE”.
El viernes, Milani defendió el modelo kirchnerista, que lo sostiene en el cargo pese a las acusaciones que hay en su contra. Ayer, el Ejército hizo una serie de demostraciones para el público general en el Campo Hípico Militar, en Dorrego y Libertador, con el objetivo de acercar a las Fuerzas Armadas a la población. El rol de reconciliación con la sociedad lo impulsa fuerte el jefe del Ejército.
En el caso Ledo, la Justicia no se acercó a Milani. Los denunciantes esperan lo contrario para las nuevas causas.
En el caso de Schaller, su secuestro data de semanas antes del golpe. Fue llevado al Batallón de Ingenieros 141 y estuvo allí por un mes. Lo torturaron y lo golpearon. Cuando estaba por salir, quien le anunció su partida fue, según declaró, el propio Milani.
Su padre, Plutarco Schaller, también estuvo detenido, pero por varios años, desde 1976 hasta 1983. Tenía, junto a su hijo, una cooperativa que editaba el diario El Independiente.
