La Cámara en lo Criminal Federal confirmó hoy los procesamientos con prisión preventiva de varios ex oficiales de la marina y miembros de fuerzas de seguridad por la presunta privación de la libertad y tormentos a las monjas francesas Alice Domon y Leonie Duquet, durante la última dictadura militar.
Los procesados Raúl Scheller, Jorge Perrén, Juan Carlos Rolón, Jorge Rádice, Ernesto Weber, Alberto Eduardo González y Néstor Savio están acusados por igual delito contra otras víctimas además de las religiosas, de las cuáles algunas permanecen aún desaparecidas.
La resolución, que ratificó los embargos de 12 millones de pesos sobre los bienes de cada uno de los procesados, coincidió con la de primera instancia, dictada por el juez federal Sergio Torres, a cargo del sumario por ilícitos cometidos en la órbita de la Escuela de Mecánica de la Armada (ESMA). Para rechazar los planteos de prescripción de las defensas, el tribunal calificó de "crímenes contra la humanidad" los perpetrados durante la última dictadura militar.
Los hechos analizados por la Sala II de la Cámara son los que tuvieron como víctimas a Domon, Duquet, Angela Auad, María Ponce de Bianco, José Julio Fondevilla, Eduardo Horane, María Balestrino de Careaga, Patricia Cristina Oviedo, Raquel Bulit, Remo Berardo, Horacio Elbert y Azucena Villaflor de De Vicenti.
Como fueron los hechos. El 8 de enero de 1977 las víctimas se habían reunido en la Iglesia de la Santa Cruz, en Estados Unidos 3150 de esta capital, en el marco de la búsqueda de sus familiares y amigos desaparecidos.
Esa noche, el ex capitán de fragata Alfredo Astiz realizó tareas de inteligencia y se infiltró entre los familiares de los desaparecidos. Cuando éstos salieron de la iglesia fueron demorados, a la vez que se les robó el dinero recaudado para la publicación de una solicitada.
Todos los detenidos fueron trasladados a la ESMA, donde fueron sometidos a tormentos psíquicos y físicos.
Los camaristas Horacio Cattani, Eduardo Luraschi y Martín Irurzun afirmaron que luego de someter a los detenidos a "intensas torturas para obtener datos sobres la supuesta organización en la que actuaban y de la participación de otros posibles miembros aún no indentificados, dada la repercusión negativa que tuvo esta operación, decidieron hacerlos "desaparecer".
En agosto de 2005, la Cámara en pleno informó que estudios inmunogenéticos había revelado, con "altísimo grado de probabilidad", que los restos humanos hallados en el camposanto pertenecían a Duquet.
El grado de certeza de los exámenes realizados, 99,92 por ciento, llevó al tribunal a ordenar la rectificación de la partida de defunción, ya que el cadáver había sido sepultado como "N.N". y
probablemente correspondiente a una persona de sexo masculino.
En enero de ese año el presidente Néstor Kirchner y el entonces canciller Rafael Bielsa fueron recibidos en Francia por el jefe del estado Jacques Chirac, a quien le entregaron "voluminosa documentación" sobre los hechos de represión relacionados con ciudadanos de esa nacionalidad.
Para realizar el ADN mitocondrial -tal los estudios efectuados sobre los restos hallados en la necrópolis de General Lavalle- se cotejó la sangre de un sobrino de Duquet con los restos exhumados en enero de 2005.
El abogado Horacio Méndez Carreras, quien representó a las familias de las monjas y sindicó a Astiz como "el responsable" del secuestro para borrar "huellas" de su infiltración entre quienes
reclamaban por los desaparecidos, destacó entonces el apoyo del actual gobierno nacional para el avance de la investigación.
Según el letrado, el gobierno "se preocupó por preservar la memoria" y facilitó la búsqueda de la verdad, en obvia referencia a la anulación de las leyes de Obediencia Debida y Punto Final y
la adopción de una política que, a su criterio, "permitió derribar las barreras que impedían el juzgamiento de los delitos de lesa humanidad".
Luego que en agosto de 2003 el Congreso Nacional anulara esas normas, la Cámara Federal ordenó la reapertura de las "megacausas" por delitos en la ESMA y en la órbita del Cuerpo I del Ejército, a lo que se sumaron fallos de primera y segunda instancia que dejaron sin efecto indultos presidenciales a jefes militares.
Los restos de la monja Duquet, que había sido sepultada en un cementerio bonaerense, fueron identificados hace algo más de un año por un cuerpo de antropólogos.
Junto a los restos identificados como de Duquet fueron exhumados otros seis, de los cuales, cuatro correspondían a Villaflor de Vincenti, fundadora de la Organización Madres de Plaza de Mayo, Ballestrino de Careaga, Ponce de Bianco y Auad.