En medio de una escalada de cuestionamientos al sindicalismo opositor, por parte de Máximo Kirchner primero, y de la propia presidenta Cristina Fernández de Kirchner después, el camionero Hugo Moyano y el gastronómico Luis Barrionuevo decidieron postergar sus protestas para evitar "caer en la trampa" del kirchnerismo.
Durante un almuerzo en la sede de la Federación de Camioneros, Moyano y Barrionuevo acordaron poner paños fríos a las medidas. En esa sintonía optaron por convocar a un plenario de secretarios generales el próximo 25 de septiembre y a un encuentro de delegaciones regionales para el 7 de octubre para analizar los pasos a seguir en el denominado "plan de acción conjunta".
"Nosotros nos manejamos con la realidad. Nunca vamos a tomar medidas que perjudiquen a la gente, tratamos a veces de interpretar lo que la gente siente o quiere, porque tampoco se puede vivir parando todos los días el país", explicó a la agencia DyN el dirigente Carlos Acuña que conduce el sindicato de trabajadores de estaciones de servicio, de la central obrera de Barrionuevo.
En la reunión de hoy se evitó acordar nuevas medidas de fuerza pese a que Barrionuevo anticipó el pasado sábado que en el encuentro se resolvería la "continuidad del plan de lucha". El titular de la UATRE, Gerónimo Venegas, explicó: "Nosotros desde la CGT nunca hablamos de una marcha. Queremos consultar a los secretarios generales y a las delegaciones regionales para ver cómo seguimos".
Las próximas reuniones de las centrales obreras opositoras tendrán como objetivo "analizar el estado de situación política y socioeconómica". "Se quiere conversar con todos los secretarios generales para ver qué deciden sobre cómo continuar el accionar", explicaron desde la CGT moyanista. La nueva reunión de los referentes de las CGT disidentes se produjo tras la polémica que generó Barrionuevo la semana pasada cuando no descartó protestas sociales en diciembre y citó una declaración de 2012 de la Jefa de Estado para justificar su advertencia: "La Presidenta dijo que si la inflación era del 25 por ciento el país estallaba".
Por esa declaración, la primera mandataria denunció que sectores sindicales "están anunciando estallidos para diciembre" y remarcó que "posiblemente estén preparando alguna matiné para ahora, estén todos muy atentos". La idea la había comenzado a instalar su hijo, en su primera aparición pública: "Uno escucha a los sindicalistas que tienen su representatividad agotada, y vuelven a apostar a la violencia y el medio. Bastantes problemas tienen nuestro país como para que ellos vengan a instalar miedo".