Luis Barrionuevo, jefe de de la CGT Azul y Blanca, fue citado a declarar ante la justicia por las polémicas declaraciones que realizó ayer, cuando pronosticó caos y saqueos para fin de año, que despertaron más de un enojo en el Gobierno Nacional.
La justicia federal de Mar del Plata comenzó una investigación penal por el presunto delito de sedición y asociación ilícita, luego que el dirigente gastronómico advirtiera que "los conflictos se van a acelerar".
El fiscal federal Pablo Larriera citó a Barrionuevo para el próximo jueves 18 de septiembre a las 11, en instalaciones de la Fiscalía Federal General de Mar del Plata, ubicada en Viamonte 2216.
Según informaron fuentes judiciales a DyN, Barrionuevo brindará declaración testimonial porque sus dichos sobre el aceleramiento de los conflictos podrían estar relacionados con una investigación preliminar de esa Fiscalía marplatense por el presunto delito de sedición y asociación ilícita iniciada en diciembre de 2013, a partir de los acuartelamientos de policías y saqueos a comercios ocurridos en ese entonces.
El gastronómico recordó ayer que la presidenta Cristina Fernández de Kirchner había asegurado en 2012 que si la inflación alcanzaba el 25% "estallaba la Argentina" y añadió que la primera mandataria "no sabe donde esta parada". También anticipó que la situación del país se agravaría y que el conflicto económico empeoraría.
Hugo Moyano, aliado de Barrionuevo, aseguró que la acusación es "otro disparate" del Gobierno nacional. "Acusar a alguien de estar promoviendo algo es parte de los disparates que estamos acostumbrados a escuchar del gobierno", sostuvo el titular de la CGT Azopardo. El camionero manifestó que las denuncias del Gobierno son "tan estúpidas" que "no vale la pena hablar" y se mostró "convencido" de que Barrionuevo no organiza ningún episodio de violencia. "Ojalá que esto no ocurra, todos los argentinos deseamos que esto no pase", concluyó.
Esta tarde, el jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, pidió a la oposición que repudie los dichos del sindicalista y a la Justicia que lo investigue porque su declaración "constituye un delito de acción pública". Por su parte, el secretario de Seguridad, Sergio Berni, lo acusó de instigar los saqueos y de agitar el caos.
Para Capitanich, Barrionuevo podría tener intenciones ocultas porque “tiene una relación de afinidad y parentesco con una estrecha colaboradora de uno de los candidatos opositores a la presidencia", en alusión a que su esposa, la diputada Graciela Camaño, integra el espacio de Sergio Massa.
