El primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, llegará este lunes a la Argentina. Será la primera visita de un jefe de Gobierno de ese país desde su fundación, en 1948. Bibi, como se conoce al premier en su país, mostrará su fuerte afinidad con el presidente Mauricio Macri y llegará con una delegación de treinta empresarios de los rubros agrícola, informático y de seguridad.
El lunes se centrará en actividades económias con un foro empresario en el Palacio San Martín. El martes, en anto, realizará la visita oficial a la Casa Rosada y tendrá su tercer mano a mano con Macri. Su primer encuentro había sido cuando Macri aún era jefe de Gobierno de la Ciudad, en 2014, y el segundo ocurrió durante el viaje de Macri a Davos, el año pasado.
El primer ministro israelí estará acompañado por su mujer, Sara, quien está siendo cuestionada junto a su marido por la Justicia de su país. Con un estilo muy diferente al de la primera dama Juliana Awada, se espera que las parejas compartan varias fotos conjuntas durante las actividades conjuntas.
Netanyahu tiene previsto realizar homenajes a las víctimas de los atentados contra la Embajada de Israel y la AMIA. Habrá un acto en la plaza seca de la calle Arroyo, donde estaba ubicada la sede diplomática hasta el ataque ocurrido en 1992. También irá a la sede de la AMIA, en calle Pasteur, donde 85 personas perdieron la vida en el más sangriento ataque terrorista en suelo argentino.
Acuerdos. Además de la agenda política, la visita del mandatario israelí tendrá un fuerte contenido comercial y económico. El objetivo es potenciar la relación y el comercio bilateral. Por estas horas, se trabaja contra reloj para que los dos mandatarios puedan rubricar acuerdos en este sentido durante la visita de Estado.
Desde la llegada de Cambiemos al poder nacional, la relación bilateral ha dado un giro de 180 grados. Los últimos años de la gestión kirchnerista estuvieron marcados por la tensión que generó la firma en 2012 de un memorándum de entendimiento con la República Islámica de Irán, un país considerado como el mayor riesgo para la integridad del Estado de Israel por la mayoría del establishment político de ese país. El caso Nisman elevó aun más la tensión y terminó por cortar cualquier lazo de cooperación en temas sensibles.
Macri y Netanyahu se han entendido bien desde su primer encuentro, en 2014, cuando el entonces alcalde porteño visitó Jerusalén. Allí, declaró que “siempre ha sido una referencia muy importante el ejemplo de Israel, que es un pueblo de lucha y de trabajo”, miel en los oídos del jefe de Gobierno en un momento de máxima tensión con la gestión kirchnerista.
En uno de sus últimos contactos telefónicos, el premier israelí agradeció a Macri por haber recibido a familiares de víctimas y sobrevivientes del ataque a la Embajada, en coincidencia con el 25 aniversario que se celebró el pasado 17 de marzo.