Diputados y Senadores no tienen previsto volver a sesionar hasta después del 28 de octubre.
Hay denuncias por casos de corrupción que rozan al Gobierno y proyectos que quedarán
postergados.
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Cedoc.
A poco más de un mes y medio de la elección presidencial, la actividad del Congreso parece que definitivamente entrará en letargo esta semana hasta después del acto comicial del 28 de octubre.
La Cámara de Diputados, de acuerdo a un vocero del bloque del Frente para la Victoria, esta semana ni siquiera intentará sesionar. "No tenemos quórum propio y si la oposición no quiere sesionar, no podemos hacer nada más", fue el argumento que se escuchó desde las filas del oficialismo.
Así parece que será a diferencia de la semana pasada cuando, sin éxito, buscó formar quórum con algunos bloques aliados para tratar el proyecto de ley para reorganizar el sistema ferroviario.
Tampoco, vale decir, el bloque del FPV brindaría a la oposición el recinto como escenario privilegiado para que plantee denuncias por casos de corrupción que rozan al Gobierno como Skanksa I y II o cuestiones como, por ejemplo, las sospechas de fraude electoral en Córdoba.
También es cierto que entre los asuntos pendientes que tiene que tratar la Cámara no hay temas urgentes: aparte del proyecto para los ferrocarrilles, quedó por tratar un despacho para dar luz verde a la derogación del Código de Justicia Militar, que son cuestiones que pueden esperar unas semanas.
En tanto, el proyecto de Presupuesto Nacional 2008 tiene que ingresar el 14 de septiembre a Diputados, pero su estudio seguramente empezará recién en noviembre, cuando los argentinos sepan quién será su próximo presidente de la Nación por los siguientes cuatro años.
En cuanto al Senado, la Cámara ya la semana pasada casi no registró actividad y extraoficialmente una fuente del bloque que conduce Miguel Angel Pichetto confirmó que hasta después de las elecciones tampoco volverá a sesionar.
Estas mini-vacaciones que se tomará el recinto, les permite a los legisladores de todos los bloques volver a sus provincias o quedarse en Capital Federal, para estar al servicio de las campañas electorales. En este punto nadie discute, todos lo aprueban por mayoría.
