El juez federal Sebastián Casanello ordenó cruzar las llamadas de ejecutivos de Odebrecht que ocuparon cargos claves en la Argentina durante el período en el que la compañía admitió haber pagado US$ 35 millones en sobornos. Busca sus contactos telefónicos con funcionarios públicos, intermediarios y operadores. Así lo confirmaron fuentes judicial a PERFIL.
La orden de Casanello se basó en un pedido del fiscal federal Federico Delgado en la causa en la que se investigan posibles sobreprecios en la construcción de la planta potabilizadora de agua de Tigre, conocida como Paraná de las Palmas o planta José Manuel de Rosas, un contrato firmado en 2008. Sin embargo, ese cruce de llamados puede arrojar contactos relacionados con otros contratos y obras de Odebrecht en el período, como el soterramiento del Ferrocarril Sarmiento, que se adjudicó el mismo año.
PERFIL pudo reconstruir quiénes fueron cuatro de los hombres claves de Odebrecht en la Argentina entre 2007 y 2014: Mauricio Couri Ribeiro; Flavio Bento de Faria –también conocido como Flavio Faria–; Rodney Carvalho y Márcio Faria da Silva. Los cuatro ocuparon altos cargos en la sucursal argentina durante el período en el que la compañía admitió haber pagado sobornos a funcionarios.
La Justicia cruzará las llamadas de al menos dos de ellos, informaron fuentes judiciales. Sin embargo, los investigadores tienen una lista de teléfonos en construcción que podría ampliarse, admitieron.
Odebrecht estaba dividida en Argentina en dos grandes áreas de negocios: Infraestructura e Ingeniería Industrial. Los directores de ambas áreas eran los más poderosos en cada sucursal. Pero a su vez, si en el país una de las áreas era más fuerte que la otra, entonces, el lugar del CEO de la compañía –representante institucional– era ocupado por uno de esos dos directores.
Mauricio Couri Ribeiro integró la cúpula de la compañía en el país hasta 2010 y llegó a ser director de Odebrecht ALA (América Latina y Angola). Su fuerte era el área de Infraestructura. La joya de ese sector, el soterramiento del Sarmiento. Otra obra importante: la planta de Aysa en Tigre.
En febrero de 2010, Couri Ribeiro gestionó que el Departamento Operaciones Estructuras de Odebrecht –“departamento de coimas”– le pagara US$ 80 mil a Manuel Vázquez, asesor del ex secretario de Transporte Ricardo Jaime.
Su contraparte en la compañía era Flavio Bento de Faria, director del área de Ingeniería Industrial, uno de los ejecutivos que firmó el contrato de ampliación de los gasoductos en 2005 y 2006. Estas obras también están siendo investigadas por presuntos sobreprecios.
En enero de 2011, Couri Ribeiro dejó su cargo en Argentina y Flavio Faria –como lo llaman en las oficinas de Buenos Aires– tomó la posta como CEO. Rodney Carvalho sucedió a Couri Ribeiro como director de Infraestructura y quedó a cargo del soterramiento y la planta de Aysa.
“Que no se hagan Los Bolu”. La frase textual fue escrita por el entonces secretario de Obras Públicas, José López. La envío en un mensaje de texto desde su celular a su asesor Amilcar Fredes, el 19 de diciembre de 2013. Quienes se “hacían Los Bolu”, según López, eran los hombre de Odebrecht, “Flavio y Rodney”. Los mensajes de texto fueron secuestrados en los teléfonos de López en la causa por su enriquecimiento ilícito. Mostraban cómo López le paró un pago a la empresa por el soterramiento y ante los reclamos le ordenaba a su mano derecha que hablara con “Flavio y Rodney”. “Ellos saben bien. Que no se hagan Los Bolu”.
Hay otro ejecutivo clave para la Argentina: Márcio Faria da Silva. Fue apoderado y representante legal de la compañía en el país. Junto a Flavio Bento de Faria firmó el contrato de los gasoductos. El propio Faria da Silva declaró como arrepentido en Brasil y admitió que la empresa pagó coimas a “agentes públicos” argentinos por los gasoductos.
En 2015, en medio del escándalo del Lava Jato, Flavio fue ascendido al centro de la tormenta y enviado a un cargo directivo en Brasil, mientras caían los ejecutivos de ese país. En Brasil se especula con que Couri Ribeiro sería uno de los 77 ejecutivos arrepentidos, pero no hay confirmación oficial.