La desaparición y muerte de Santiago Maldonado se suma a distintos casos que generaron conmoción en la Argentina. Algunos derivaron en fuertes crisis políticas, pero no llegaron a tener consecuencias electorales. Otros acontecimientos, en cambio, provocaron no sólo cimbronazos en los gobiernos de turno, sino también la destitución, la derrota electoral y hasta el adelantamiento de los comicios.
Este último caso sucedió luego de los asesinatos de Maximiliano Kosteki y Darío Santillán, en 2002. El entonces presidente, Eduardo Duhalde, decidió adelantar las elecciones de octubre de 2003 a abril. Además, el bonaerense abandonó su sueño de reelección y apoyó la candidatura de Néstor Kirchner.
Años antes, el asesinato de José Luis Cabezas, ocurrido en 1997 cerca de Pinamar, terminó con el triunfo de la Alianza en el territorio bonaerense en manos de Graciela Fernández Meijide contra Hilda “Chiche” Duhalde. Quien llegó a ser destituido por una de las mayores tragedias de la Argentina fue Aníbal Ibarra, jefe de Gobierno porteño durante el incendio de Cromañón.
Otros casos que conmocionaron al país, como los asesinatos de Candela Rodríguez, el soldado Omar Carrasco o Axel Blumberg, no llegaron a provocar derrotas electorales a los oficialismos de aquel entonces.
En el plano internacional, el caso más resonante ocurrido antes de una elección fue el atentado a la estación de Atocha, en España, en 2004. El ataque sucedió a pocas horas de una elección general. El gobierno de José María Aznar indicó entonces que era una acción de terroristas vascos, en lugar de una rama de Al Qaeda, como finalmente se confirmó. Una gran manifestación popular se realizó a horas de los comicios y muchos adjudican a este caso la derrota del Partido Popular.
En los Estados Unidos hay incluso un término para referirse a las noticias de impacto que ocurren a pocos días de la elección: “sorpresas de octubre”, ya que en ese país se vota siempre en los primeros días de noviembre.