Otro conflicto interno está provocando dolores de cabeza al matrimonio presidencial. Esta vez enfrenta a la ministra de Salud, Graciela Ocaña, con su subordinado, el superintendente del servicio de salud Héctor Capaccioli, hombre clave del kirchnerismo ya que cumplió un rol fundamental en la recaudación para las campañas electorales.
El secretarío había declarado a la prensa que Ocaña designó a Sebastián Forza -el empresario vinculado al tráfico de efedrina y asesinado en el triple crimen de General Rodríguez- como presidente del comité de acreedores del Hospital Francés. Forza, adermás, aportó 200 mil dólares a la campaña presidencial de Cristina Fernández de Kirchner.
La ministra lo desmitió, al afirmar que esa designación corresponde al juez que dictaminó la quiebra del hospital. Por eso, la semana pasada envió una carta documento instando a Capaccioli a rectificar sus dichos, bajo amenaza de iniciarle una querella penal y/o criminal, informó el diario La Nación.
Si bien el funcionario anticipó que se retractará, es difícil que la relación entre ambos se recomponga, ya que hay otro frente abierto: la justicia llamó a declarar a José Luis "Peter" Salvatierra, hombre del riñón de Capaccioli, por cuatro supuestos hechos de corrupción durante su gestión en el Francés.
El nosocomio fue intervenido por el Gobierno en 2006, tras declarar la quiebra, con Salvatierra como interventor. En noviembre pasado comenzó a ser estatizado para pasar a la jurisdicción del PAMI, entonces a cargo de Ocaña.
Tras un año y medio de investigaciones, el juez Rafecas citó a Salvatierra a declarar en una causa que tiene cuatro expedientes abiertos, formados por denuncias de la misma Ministra de Salud, del actual interventor del Francés, Carlos Castrillón, y de la fiscal Sandra Onetti, afirmó el diario Clarín.
El enfrentamiento que llegó al matrimonio K. A Ocaña y Capaccioli los separa un abismo. La Ministra de Salud proviene del ARI de Carrió y estuvo a cargo del PAMI; su designación fue uno de los pocos cambios del gobierno de Cristina Kirchner respecto de la gestión de Néstor.
El superintendente de servicios de salud, por el contrario, fue "un soldado" de Alberto Fernández y un histórico recaudador de las campañas electorales del kirchnerismo. Por eso cuenta con el apoyo de Néstor Kirchner
Circulan versiones sobre una posible renuncia de Ocaña, y otras indican que la pelea terminaría con la partida de Capaccioli a alguna secretaría del Ministerio de Trabajo. El Gobierno, por su parte, no quiere renuncias ni escándalos a esta altura, para evitar que se "destape otra olla".