Pablo Schocklender aseguró hoy que el juez Norberto Oyarbide, apartado por la Sala I de la Cámara Federal de la causa donde se investiga el desvío de fondos públicos para la construcción de viviendas, padece "problemas personales mentales".
En diálogo con Guetap, por FM Vorterix, señaló que "Una persona como Oyarbide, que evidentemente tiene problemas personales mentales donde en cada causa allana 150 o 200 lugares... Eso no es normal, va más allá de la Justicia".
La decisión tomada por la Cámara deja a la causa en foja cero ya que, además del apartamiento del juez que entendió en la causa durante dos años, se anularon las declaraciones indagatorias de 66 acusados, incluidas las de los hermanos Pablo y Sergio Schoklender y de María Alejandra Bonafini, hijo de la titular de Madres, Hebe de Bonafini.
Consultado sobre el nuevo juez Marcelo Martínez de Giorgi, Schoklender contestó: "No lo conozco, lo voy a ver actuar". El menor de los hermanos pidió "que aparezca un municipio que diga que faltó un ladrillo” en caso de probarse que hubo un desvío de fondos.
"Queda claro que fue una cuestión complemente arbitraria, una locura. No se entiende desde dónde pueden procesar a 70 personas y hacer 270 allanamientos en forma compulsiva, en algún momento la Justicia tenga que darle un freno a toda esta locura", remarcó.
Sobre el patrimonio de su hermano Sergio, en tanto, prefirió no opinar: “Pregúnteselo a él, hace dos años que no hablo con mi hermano”. Sobre la relación entre Bonafini y Sergio, contestó: “El tema de mi hermano y Hebe de Bonafini que lo resuelvan entre ellos junto con Oyarbide”.
Al mismo tiempo, Schoklender insistió que “cuando hablan de desvío de fondos... No hubo ni un municipio que haya dicho que faltan fondos y lo dice el juez. No hay un particular damnificado y aparece Oyarbide como el gran héroe nacional diciendo que se desviaron fondos".
En su opinión, Oyarbide “creó una sensación en los medios" y logró que la prensa fomente una “sensación pública filtrando la información que a él le servía".