Estela de Carlotto, titular de las Abuelas de Plaza de Mayo, lamentó hoy el giro que dio la causa de la investigación por la identidad de los hijos adoptivos de la dueña del Grupo Clarín, Ernestina Herrera de Noble. “Esto se está transformando en una guerra que no tendría que haber existido" , dijo, en referencia al proceso judicial que intenta dirimir si Felipe y Marcela Noble son o no hijos de desaparecidos, apropiados durante la dictadura militar.
“Acá no hay política en el medio, aquí hay violación gravísima que no prescribe”, destacó Carlotto, en dialogo con radio Continental, al hablar del fallo que de Sala II de la Cámara Nacional de Casación Penal, que hizo hizo lugar al recurso presentado por los hijos adoptivos de Ernestina Herrera de Noble para suspender la inmediata pericia de ADN.
La titular de Abuelas expresó que " si llegan a ser nuestros nietos, nadie los va a sacar de donde están ni les van a impedir vivir con quien quieran, ni hacer su vida natural, ni recibir las herencias que les corresponda, solamente van a saber quiénes son”, y responsabilizó a la la directora del Multimedio de “perturbar permanentemente, con la anuencia lamentable de la Justicia, un proceso necesario y que solamente se va a terminar el día que esto se aclare”.
" Pensamos que la señora de Noble era inocente, fuimos a hablar en el ‘92, no nos recibió. Nos recibió Magnetto, él pretendió que nosotros denunciáramos a quienes habían denunciado a la señora y nos iban a decir el nombre de las presuntas madres. Una cosa absurda”, relató Carlotto, quien señaló que los únicos perjudicados son, en definitiva, los hijos adoptivos de Noble. "Ahora con todo este manoseo, Felipe y Marcela siguen siendo rehenes de una historia visible".
En ese sentido, expresó que “Felipe va a ser papá dentro de poco y ese chiquito va a heredar también lo anónimo de su origen, como lo tiene su papá" y agregó que "es una cuestión tan humana, que se está bastardeando y se está queriendo poner en una guerra del Gobierno contra la señora cuando esto comenzó con una carta que esta señora escribió en el año 2003 donde dice que ha hablado muchas veces con sus hijos sobre la posibilidad de que sean hijos de desaparecidos".