El titular del Partido Justicialista nacional, Néstor Kirchner, exigió ayer "no dejar ningún vestigio de impunidad" por la muerte del joven militante Mariano Ferreyra y pidió "castigar a los responsables materiales e intelectuales" del hecho.
"Los conflictos gremiales no deben dirimirse con violencia, hay que trabajar fuertemente para que los autores intelectuales y materiales de este hecho sean severamente castigados", insistió el ex mandatario, al término de un acto en la ciudad de Resistencia, Chaco, donde inauguró viviendas junto al gobernador Jorge Capitanich.
Al igual que la presidenta Cristina Fernández durante el acto en Parque Norte, Kirchner no hizo mención al tema frente al auditorio de militantes peronistas que participaban del evento en Resistencia y eligió brindar su parecer ante los medios de prensa una vez finalizada la actividad.
Según Kirchner, "jamás se pueden justificar estas cosas, son horrendas", en referencia a la muerte de Ferreyra, y exigió "no dejar ningún vestigio de impunidad", frente a los hechos de violencia que se desarrollaron ayer entre trabajadores ferroviarios.
En su discurso, Kirchner también reivindicó los "16 aumentos a los jubilados" que otorgó el oficialismo desde su llegada al poder en 2003 y recalcó que van a seguir "seguir recuperando con la movilidad" los haberes de los pasivos.
Así, volvió a rechazar la iniciativa de la oposición de instalar el 82 por ciento móvil para las jubilaciones y volvió a cuestionar las "rarezas de que los que descontaron a los jubilados hoy quieren hablar" de ese tema. También apuntó contra algunos sectores políticos que "no quieren hablar nada del pasado" y retrucó que "un pueblo sin memoria no tiene destino", al tiempo que instó a "ayudar a Cristina (Fernández) a cumplir los sueños. El ex mandatario participó de la inauguración del complejo habitacional "Torres Sarmiento", con 524 viviendas, donde llenó de elogio al actual gobernador Capitanich, acompañado por dirigentes locales del justicialismo