El actor Diego Peretti no ocultó su fastidio por cómo se gestiona la pandemia en la Argentina. Reconoció que siente “un poquito de decepción” por cómo el sector de la política venía “manejando la pandemia al principio y cómo se fue desencadenando todo esto que estamos viviendo ahora”. "Entre la desolación que marcan los parámetros epidemiológicos, que hay que tener, y la tensión todo el tiempo de las noticias, que si no son de política son de enfermedad física, siempre hay tensiones desubicadas que no tendrían que estar".
Durante una entrevista con Intratables, Peretti señaló que “la distancia entre lo que se discute y la necesidad de la gente verdadera se va ensanchando cada vez más”. “Cuando empecé a estar más preocupado por la gente que me rodea, empecé a sentir un poquito de decepción con respecto a cómo veníamos manejando la pandemia al principio y cómo se fue desencadenando todo esto que estamos viviendo ahora. Hoy estoy en un momento en el que siento que me tengo que cerrar un poco de nuevo porque está medio salvaje el tema”, agregó.
Cómo pasa la pandemia Peretti
Peretti planteó que es “una época en la que si uno no está muy bien de la cabeza puede sufrir más de la cuenta”, por lo que recomendó “abstraerse un poco” de lo que está pasando. ¿Cómo la pasó él? Contó que tuvo “diferentes etapas durante la pandemia”, ya que al comienzo, y “como consecuencia de la tragedia que se estaba viviendo”, no le pareció “tan mal parar un tiempo” y poder estar un tiempo consigo mismo, pero después se empezó “a preocupar un poco más”.
“No por el avance del virus en el mundo, sino que empecé a tomar más conciencia de lo peligroso que puede ser que se enferme alguien muy querido, de la familia, entonces empecé a estar más preocupado. Por suerte no me pasó. Sé que es subjetivo, porque si la sociedad sintiera lo que veo yo como progresión, estaría bastante desesperada. Y lo que noto es que la gente está cansada, incluso de manifestarse, porque está esperando volver a cierta normalidad”, aclaró.
En la misma línea, el actor remarcó que “el problema no es que no haya salida, porque se puede estar perdido, el problema es la falta de resignación, de arrojo, de valentía, de coraje, de ideas y de creatividad que hay en el Gobierno y en la oposición”. “Esa normalidad que hoy demanda la sociedad, es una normalidad más básica, de existencia diaria, de pasar el mes, el siguiente, y ver cuándo se levanta el velo y me vacunan para así poder volar con alas propias y tener un poco más de previsibilidad. Y, aunque nunca fueron claras las normas, están siendo menos claras. Entonces, que al menos se vuelva a la normalidad desprolija de antes, pero no a esta desprolijidad un poco apocalíptica”.
RI/FL