El ministro de Seguridad porteño, Guillermo Montenegro, defendió hoy la decisión de comprar para la nueva Policía Metropolitana pistolas eléctricas de inmovilización, consideradas por Naciones Unidas y Amnistía Internacional aptas "como método de tortura". En tanto, el gobierno nacional, por medio del jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, censuró ese tipo de equipamiento policial y advirtió que está "en contra" de su utilización "en protestas sociales".
El funcionario porteño sostuvo que la Ciudad adquirió sólo para "prueba cinco pistolas (modelo Taser X26) con descarga eléctrica de bajo amperaje, que no puede provocar lesión" y resaltó que fuerzas policiales de Miami, París, Chicago o Nueva York, entre otras, cuentan con ese armamento, informó la agencia DyN .
"Yo las conozco, las revisé hace 3 años, son herramientas de uso no letal. La Argentina no está todavía preparada para ello, pero no lo veo como una cosa que me quite el sueño", sentenció Fernández, sobre las pistolas que adquirió como prueba la Policía Metropolitana. No obstante, el ministro coordinador advirtió por Radio 10 que " si eso va a servir para reducir las protestas sociales, estoy decididamente en contra. Estoy hablando de casos excepcionales (para usar) en vez de utilizar armas letales" y aclaró que su visión es "siempre por preservar la vida".
Montenegro calificó como "disparate" las críticas del bloque Proyecto Sur de la Legislatura porteña, que advirtió que las Taser X26 son consideradas desde 2007 como una forma de tortura por el Comité contra la Tortura de las Naciones Unidas. El funcionario, en diálogo con radio Mitre, justificó la adquisición de este equipamiento y dijo que "es una herramienta más para que la policía pueda evitar la pérdida de vidas".
"Siempre se trata de que el policía lo último que saque es el arma de fuego. En ese contexto, se empieza a averiguar sobre armas no letales utilizadas por las primeras policías del mundo", remarcó. Montenegro sostuvo que "en cuanto a la posibilidad del uso específico que tiene que ver con pistolas como estas con descarga eléctrica con bajo amperaje, con lo cual no puede llegar a provocar lesiones, se adquieren cinco para pruebas". El ministro recalcó que este tipo de pistolas se "siguen utilizando" en las ciudades de Chicago, París, Miami, Nueva York, donde "se disminuyó la cantidad de víctimas fatales por parte de las fuerzas policiales".
Respecto a lo que dice Naciones Unidas y Amnistía Internacional, Montenegro apuntó que "lo que se le recomienda a los gobiernos es verificar la forma de utilización" de este tipo de armamento, ya que hasta "una cuchara puede ser un elemento de tortura".
Sin embargo, Amnistía internacional difundió hace instantes un comunicado, en el que dice expresamente que “exige al Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires que suspenda el uso y la transferencia de armas con dispositivos de energía conducida hasta que no se realice una investigación independiente, seria y rigurosa sobre los efectos que provoca su utilización. Y solicita al Registro Nacional de Armas (RENAR) la información que tuviera disponible sobre este tipo de armas en el territorio argentino”.