Tras el paro, la primera acción concreta de parte del Gobierno que recibió la mesa sindical que dispuso la medida de fuerza fue ampliamente negativa. El ministro del Interior y Transporte, Florencio Randazzo, formalizó la quita del subsidio correspondiente a la jornada a las empresas de colectivos que no hayan prestado el servicio.
Así se dispuso en la resolución 249 firmada por Randazzo, que en su primer artículo establece suprimir "la compensación que le hubiese correspondido percibir a los prestadores" del transporte por el servicio "en fecha 10 de abril de 2014" en los casos en que no se cumplió.
Por otra parte, la cartera de Interior y Transporte no informó por ahora de posibles sanciones a las empresas concesionarias de ferrocarril y líneas aéreas.
A través de un comunicado, el funcionario explicó que con la medida "buscamos cuidar el dinero que aportan los argentinos todos los días para que el costo del boleto sea accesible, especialmente cuando la mayoría de los que contribuyen ganan muchísimo menos que los que hicieron paro".
El golpe por la quita de subsidios se dirige, en forma directa, al mentón del dirigente gremial de la UTA, Roberto Fernández, quien había advertido días atrás que era una "amenaza" la poda contra los transportistas por plegarse al paro. El propio Randazzo dimensionó el alcance de la sanción al estimar que "el monto total que dejarán de recibir las empresas será de 50 millones de pesos aproximadamente".
"La decisión de la presidenta Cristina Fernández ha sido clara, la empresa de colectivos que no haya prestado servicio hoy, no recibirá la compensación correspondiente a este día", precisó.
Asimismo, "la Secretaría de Transporte procederá a descontar" el equivalente a la treintava parte "de la compensación devengada por el mes de abril a cada una de las líneas".