POLITICA
El voto en las Fuerzas Armadas

Por primera vez, el oficialismo ganó una elección en la Antártida

Es la primera vez que el kirchnerismo triunfa en el continente blanco. Las razones de un cambio en los números.

Militares. La mayoría de los votantes del continente blanco son integrantes de las fuerzas.
| Cedoc.

El kirchnerismo nunca obtuvo el voto de las Fuerzas Armadas, sin embargo ahora logró su primera victoria si se toma como parámetros las elecciones en la Antártida donde la mayoría de los electores son militares. En el continente blanco el FpV obtuvo el 53,49% de los votos.

Este dato revela el avance del oficialismo en los cuarteles y el respaldo de los altos mandos. Después de arrasar con los sectores que no compartían las políticas de derechos humanos del Gobierno y los cambios estructurales que impulsó la ex ministra Nilda Garré, la Casa Rosada comenzó una campaña de seducción a través de planes de viviendas y aumento de sueldos.

Este año la presidenta Cristina Fernández de Kirchner anunció un aumento del 24% para las FFAA y dio pistas sobre la profunda reforma que vendrá. Subrayó la necesidad de llevar más uniformados a las fronteras y adelantó que “deben estar preparados para lo imprevisto”. También habló sobre partidas para renovar “indumentaria” y el desarrollo de “tecnología de punta en ferrocarriles, radares, vigilancia de la frontera”. Es la primera vez que el Gobierno K apuesta a un cambio de paradigma en su visión sobre el sector castrense.

El nuevo rumbo lo imprimió el cuestionado jefe del Ejército, el general César Milani, cuando el día de su asunción dijo que pretendía un “Ejército maduro” para “acompañar el Proyecto Nacional”. Hace años el oficial de Inteligencia viene demostrando su compromiso con el modelo K y su primer gesto lo dio cuando entregó sin titubear la lista de los integrantes de todos los destacamentos de Inteligencia que actuaron desde 1976 a 1983.

Los jóvenes oficiales creen que está es una oportunidad para aprovechar: repotenciar las estructuras de las Fuerzas y recobrar un mayor rol en la sociedad. Pero las viejas camadas siguen viendo con desconfianza al Gobierno.