Luis Inácio Lula Da Silva, expresidente de Brasil, fue condenado hoy a nueve años y medio de prisión por los delitos de corrupción y lavado de dinero, en un fallo del juez federal Sergio Moro. La noticia sacudió a toda la región y trajo la inevitable comparación con Cristina Fernández de Kirchner, que enfrenta numerosas causas por distintas denuncias de corrupción. La pregunta es ineludible: ¿puede la candidata de Unidad Ciudadana ser condenada en el corto plazo como el líder del Partido de los Trabajadores? Para los especialistas, no existe la mínima chance de que eso suceda en la Argentina.
El abogado constitucionalista Daniel Sabsay señaló: "Es muy difícil que pase algo similar aquí porque no contamos con Justicia independiente como en Brasil". "En la Argentina la Justicia está atada a la política y demora de manera exagerada los plazos para dictar sus distintas resoluciones. En muchos casos inclusive se dan acciones que van en contra de la búsqueda de la verdad como en la causa de Los Sauces o la Ruta del dinero, donde la división de las investigaciones lleva a la dificultad de ver el problema desde una visión general", consideró el letrado
"Todo eso nos lleva a una situación de empantanamiento, porque no hay sanciones, ni se llevan los casos a juicio oral. Con respecto a Cristina estamos en etapas muy previas a las sentencias. Soy sumamente reticente a creer que esto puede llevar en algún momento a condenas efectivas". El abogado consideró que la solución a este problema "es en gran medida cambiar el elenco de jueces", aunque sea difícil "porque está todo frenado en el Consejo de la Magistratura", precisó el abogado.
Por último, Sabsay consideró que la actitud de los jueces de avanzar en las causas contra dirigentes kirchneristas en los últimos meses "parece un teatro", ya que "es superficial, porque parece que si pero no condenan, es como una comedia, como cuando empezaron a mandar excavadoras a Santa Cruz y no llevó a nada".
Natalia Volosin, abogada especialista en el control de corrupción, cree que tampoco hay chances de un avance como sucedió en Brasil: "El esquema procesal es distinto, las penas son menores y el proceso es eterno". En ese sentido, puso algunas cifras alarmantes a modo de ejemplo: "Las causas de corrupción duran un promedio de 14 años y hubo solo 7 condenas en los últimos 20 años, lo cual obedece a la dificultad de avanzar en el proceso".
Amén de las dilaciones legales a las que apelan los estudios jurídicos, para la abogada "hay una enorme falta de voluntad de los operadores judiciales". "Hay que aceptarlo, el juez Moro (que condenó a Lula) no existe en la Argentina, solo está en Brasil", resumió.
¿Qué debe pasar para que eso cambie? "Hay que hacer reformas en el régimen procesal penal. Hay medidas necesarias, faltan recursos materiales, el proceso debe ser modificado, deben ser procesos más rápidos, pero también hay que avanzar en el control de los jueces. Necesitamos poder controlar los procesos penales", concluyó Volosin.