En un 2010 lleno de escándalos que sacudieron al Congreso, la última sesión del Senado de la Nación no podía quedar exenta a las pequeñas suspicacias que se despiertan cada vez que el kirchnerismo debe reunir el quórum. Ayer, en la Cámara Alta, el bloque del Frente para la Victoria aplaudió a Menem -algo impensado en tiempos de Néstor Kirchner-, recibió el apoyo de un ex aliado de Elisa Carrió, y sufrió porque un senador propio se fue de vacaciones a Miami sin avisar -y encima apagó todos sus teléfonos-.
Aplauso a Menem. El ex presidente, Carlos Menem, solo concurrió a tres sesiones en todo el año y hacía dos meses que no pisaba el Senado, por licencia médica. Pero ayer, tal como se lo había prometido al jefe de bloque Miguel Ángel Pichetto, el ex presidente riojano se sentó en su banca para y recibió un cálido aplauso kirchnerista, ya que su presencia dejó al oficialismo a un voto de lograr el quórum para aprobar los 300 ascensos militares.
En los pasillos del Senado se especulaba que la presencia de Menem respondía a su situación en la causa que lo investiga por el contrabando de armas a Croacia y Ecuador, en la que la fiscalía pidió cinco años de prisión para él.
En los pasillos del Senado se especulaba que la presencia de Menem respondía a su situación en la causa que lo investiga por el contrabando de armas a Croacia y Ecuador, en la que la fiscalía pidió cinco años de prisión para él.
Más allá de las especulaciones, lo concreto es que Menem ingresó al recinto, fue saludado por varios senadores K, se sentó en su banca, y apoyó los ascensos militares, incluyendo el del general Milani, cuestionado por la UCR y el PJ por presuntos vínculos con los “carapintadas” del alzamiento de 1987.
Tras la votación, el ex mandatario recibió un saludo y apretón de manos de Pichetto y el santacruceño Nicolás Fernández, a pesar de que su presencia no fue clave en la sesión, debido al inesperado faltazo del senador mendocino kirchnerista Rolando Bermejo, que viajó con su familia a Miami y decidió ausentarse, sin aviso previo.
Senador K en Miami. Según informa el diario Clarín, el faltazo de Bermejo provocó enojos entre sus compañeros de bloque y llegó hasta los despachos de la Casa Rosada, que “amonestó” la decisión del representante K de viajar a Miami con su esposa, Sandra, y sus cinco hijos.
Al mendocino, quien gobernó la ciudad de Maipú desde 1999 hasta 2009, año en el que asumió como senador, lo llamaron Pichetto, el gobernador de su provincia, Celso Jaque, y hasta el asesor Juan Carlos Mazzón, histórico operador del peronismo, pero jamás atendió. La versión que sonaba fuerte en el recinto ayer decía que Bermejo, antes de irse, “desconectó su celular y los de su familia”.
Salvavidas porteño. Ante la ausencia de Bermejo y la presencia de Menem, al bloque K le restaba reunir un senador para que la sesión por los ascenso militares no fracasara. Minutos antes del tiempo límite, lo consiguió. Samuel Cabanchik, ex integrante del bloque de la Coalición Cívica de Elisa Carrió, fue el “salvavidas” kirchnerista. “Mi voto fue conforme a la decisión de dar quórum”, se defendió el filósofo, quien rechazó el ascenso de Milani, pero decidió no abstener porque sino se caería la sesión.
Crítica al ascenso de Milani. La promoción del cuestionado general César Milani generó una airada respuesta del radicalismo. “Queda demostrado una vez más que para los amigos del gobierno nacional vale todo, aún si fueron golpistas y estuvieron en la vereda de enfrente a la hora de defender la democracia”, afirmó el diputado Juan Pedro Tunessi.
“Es una lástima que el gobierno se llene la boca hablando de la defensa de los Derechos Humanos, y después en un abrir y cerrar los ojos, designa como Jefe de Inteligencia del Ejercito a un hombre que participó del levantamiento de armas contra el gobierno democrático de Raúl Alfonsín”, agregó.
Tras la votación, el ex mandatario recibió un saludo y apretón de manos de Pichetto y el santacruceño Nicolás Fernández, a pesar de que su presencia no fue clave en la sesión, debido al inesperado faltazo del senador mendocino kirchnerista Rolando Bermejo, que viajó con su familia a Miami y decidió ausentarse, sin aviso previo.
Senador K en Miami. Según informa el diario Clarín, el faltazo de Bermejo provocó enojos entre sus compañeros de bloque y llegó hasta los despachos de la Casa Rosada, que “amonestó” la decisión del representante K de viajar a Miami con su esposa, Sandra, y sus cinco hijos.
Al mendocino, quien gobernó la ciudad de Maipú desde 1999 hasta 2009, año en el que asumió como senador, lo llamaron Pichetto, el gobernador de su provincia, Celso Jaque, y hasta el asesor Juan Carlos Mazzón, histórico operador del peronismo, pero jamás atendió. La versión que sonaba fuerte en el recinto ayer decía que Bermejo, antes de irse, “desconectó su celular y los de su familia”.
Salvavidas porteño. Ante la ausencia de Bermejo y la presencia de Menem, al bloque K le restaba reunir un senador para que la sesión por los ascenso militares no fracasara. Minutos antes del tiempo límite, lo consiguió. Samuel Cabanchik, ex integrante del bloque de la Coalición Cívica de Elisa Carrió, fue el “salvavidas” kirchnerista. “Mi voto fue conforme a la decisión de dar quórum”, se defendió el filósofo, quien rechazó el ascenso de Milani, pero decidió no abstener porque sino se caería la sesión.
Crítica al ascenso de Milani. La promoción del cuestionado general César Milani generó una airada respuesta del radicalismo. “Queda demostrado una vez más que para los amigos del gobierno nacional vale todo, aún si fueron golpistas y estuvieron en la vereda de enfrente a la hora de defender la democracia”, afirmó el diputado Juan Pedro Tunessi.
“Es una lástima que el gobierno se llene la boca hablando de la defensa de los Derechos Humanos, y después en un abrir y cerrar los ojos, designa como Jefe de Inteligencia del Ejercito a un hombre que participó del levantamiento de armas contra el gobierno democrático de Raúl Alfonsín”, agregó.
