—El caso Nisman hizo que mermara la presión sobre el rol que va a tener la UCR en las PASO. ¿Esto les ha jugado a favor o en contra?
—Yo reivindico la decisión de haber fijado como fecha para la convención en marzo. Además, si la hubiéramos hecho antes no habrían madurado ciertos conceptos que están madurando y habría existido el riesgo de divisiones que ya no hay. Y la verdad si se habla o no de nosotros a mí no me importa: somos absolutamente relevantes para la conformación de un espacio.
—¿Qué acuerdos puntualmente están madurando?
—Lo que ha madurado es la conformación de un espacio mayor que UNEN. Si la convención hubiese sido en noviembre o diciembre, la decisión tal vez habría sido quedarse solo en UNEN y para mí ésa es una decisión equivocada. Siempre lo fue.
—¿Teme al fracaso de otra alianza?
—De ninguna manera. Para que no fracase el próximo gobierno de coalición tiene que tener sólo dos cosas: un programa común y una mayoría parlamentaria. Con eso, no le tengo miedo al futuro. Es más, me encantaría presidir ese gobierno, por eso voy a ir a competir por la Presidencia.
—¿En qué espacio político?
—Nosotros trabajamos para un frente lo más amplio que se pueda.
—¿No es un pérdida de tiempo ir a la Convención con la idea de armar un frente del cual Macri ya dijo que no participará si lo integra Massa?
—Eso es sólo una foto estática de la actualidad. Yo hago política para que esa estática sea dinámica.
—¿Si ese frente no fuese posible, usted estaría más cerca de Macri o de Massa?
—Se dará con los que podamos, con los que sean competitivos electoralmente y podamos tener mayoría parlamentaria.
—¿Y si eso se lo garantizan ambos?
—Y bueno, de ser así se verá.
—¿Cree que el acuerdo que se logró en Mendoza podría replicarse en otros distritos?
—Sí. Tucumán es un ejemplo y Neuquén otro. Lo de Mendoza es espectacular. Hay un programa de cambio muy fuerte.
—¿Se reunió con Massa y Macri?
—No.
—Pero hubo un acercamiento motorizado por un empresario...
—Sí, pero fue multitudinario.
—¿Considera inoportuno el acuerdo de Macri con Carrió?
—No. Siempre dije que los acuerdos de la oposición son positivos. Yo me opongo a la fragmentación, que fue lo que permitió que en las elecciones haya 40 puntos entre el primero y el segundo. Hoy ya no es así.
—¿La UCR necesita más del PRO y del Frente Renovador que estos espacios, de la UCR?
—Yo no lo miro desde la conveniencia. Cuando uno intenta una coalición tiene que dejar de lado las mezquindades. Acá no pasó nunca, y sin embargo, lo tienen países limítrofes y también las potencias más desarrolladas. El radicalismo tiene hoy estructura territorial que es federal, equipos técnicos. ¿Qué le aportan los otros? Bueno, algunas otras virtudes.