La noticia vino de Italia: según el diario deportivo La Gazzetta dello Sport , el empresario argentino Carlos Bulgheroni, residente en Milán estaría interesado, junto a su hermano Alejandro, en comprar acciones del club Cagliari de la primera división del Calcio.
En la Argentina, desde una de las empresas vinculadas al dueño de la petrolera Bridas se abstuvieron de confirmar o desmentir la información, respondiendo ante la consulta de la agencia DyN que "el señor Bulgheroni se encuentra en otro país donde ahora es de madrugada y es imposible consultarlo".
De acuerdo con La Gazzetta dello Sport, sin embargo, el presidente del Cagliari, Massimo Cellini, está a la búsqueda de nuevos accionistas y ya se habría encontrado con el empresario Nicola Grasuo, a quien el diario otorga un rol de supuesto "intermediario para que el célebre Carlos Bulgheroni" llegue al club.
A través de Bridas, Bulgheroni y su hermano son los dueños del 40 por ciento de Pan American Energy, la petrolera a la que, en una polémica sesión, la Cámara de Diputados de Santa Cruz cedió sobre tablas el 13 de marzo pasado las reservas petroleras de la provincia por un lapso de 40 años, una situación que generó tantas críticas de la oposición como elogios oficialistas.
En materia de negocios con el Estado, los Bulgheroni tienen una larga experiencia. Sus relaciones en ese sentido comienzan en licitaciones que obtuvieron en la última dictadura militar. Los contactos comerciales de los Bulgheroni continuaron con los sucesivos gobiernos democráticos, crecieron durante la presidencia de Raúl Alfonsín y llegaron a la cúspide en tiempos del menemismo.
Con Néstor Kirchner, en cambio, el consorcio empresario comenzó teniendo una relación nada buena, al punto de que el 7 de octubre de 2003 el Presidente ordenó reactivar juicios que el Estado había iniciado contra Bridas por una deuda que rondaba los 500 millones de pesos. Al mismo tiempo, el Grupo Bulgheroni mantenía demandas internacionales contra el sector oficial por el liquidado Banco del Interior y Buenos Aires (BIBA) y la quebrada Papel de Tucumán.
Todo comenzó a cambiar el 28 de noviembre de 2003, día en que Carlos Bulgheroni se sacó una foto con el presidente Kirchner y el ministro Julio De Vido. Según la revista Fortuna , "allí comenzó la mejor etapa de la relación Bulgheroni-Kirchner-De Vido".
"Mientras la petrolera del grupo se consolidaba, maduraba el acuerdo para que tanto el Estado como los Bulgheroni dieran de baja las demandas judiciales cruzadas", continúa diciendo Fortuna en su edición del 7 de mayo de 2006, cuya nota de tapa presentó a Alejandro Bulgheroni como "el petrolero que más escucha Kirchner".
De allí a los sucesivos acuerdos entre el Gobierno y Pan American Energy hubo sólo un paso. Tal vez, incluso, menos difícil que el que ahora permitiría poner pie a los Bulgheroni en el siempre poderoso fútbol italiano.
