Con la idea de avanzar en la conformación de un equipo de investigación internacional y con el vencimiento del plazo de seis meses, que la fiscalía general de Brasil le dio a Odebrecht para cerrar acuerdos por delitos de corrupción antes de remitir la información con fiscales argentinos, los funcionarios nacionales partieron rumbo a Brasilia con el fin de avanzar en la investigación de las coimas por 35 millones de dolares que la constructora pagó a funcionarios kirchneristas.
Encabezados por el titular de la Procuraduría de Investigaciones Administrativas (PIA), Sergio Rodríguez, los fiscales Franco Picardi, Gerardo Pollicita y Carlos Stornelli se reunirán con el viceprocurador general José Bonifacio Borges de Andrada y con el fiscal a cargo de la oficina de cooperación internacional de la Procuración de Brasil, Vladimir Aras. Esta segunda reunión es clave. Aras es el hombre encargado de gestionar los avances entre Argentina y Brasil.
Estrategia. Según trascendió, los fiscales irán a proponer que los tratados internacionales sobre anticorrupción prevalezcan por sobre la ley local (el principal problema de la investigación son las diferencias jurídicas entre ambas naciones). Los convenios firmados por ambos países con las Naciones Unidas (ONU), son más flexibles que la ley del arrepentido, sin duda van a ser los acuerdos sobre los que insistirán los argentinos.
La data. Aunque el hermetismo es absoluto, se sabe que la única información que, hasta el momento, los brasileños compartirán son las transcripciones de las declaraciones de los ejecutivos de Odebrecht (pero sin videos), documentos complementarios, como copias de transferencias bancarias en paraísos fiscales, y archivos digitales de la empresa, detalló el fiscal del Lava Jato, Orlando Martello.
Sin embargo, a pesar del optimismo por tener más datos para seguir pistas más claras, nadie sabe cuándo llegará la información a la Argentina definitivamente, ya que al ser un proceso "inédito" hay que seguir ciertos pasos burocráticos que son más largos que los ya conocidos. Para complicar un poco las cosas a al resto de los paises defraudados por la empresa brasileña, los fiscales del país vecino dejarán ir esa información si sólo si, el resto de los perjudicados promete no se perseguirá penalmente a los ejecutivos.
Todos adentro. A pesar del viaje y la voluntad de investigar, para la comitiva argentina hay un problema a solucionar aún más complicado: el acuerdo entre Brasil y Odebrecht.
El gigante brasileño y el Estado firmaron un principio de "leniencia" que consiste, prácticamente, en otorgar inmunidad penal para los ejecutivos brasileños que hayan declarado sobre los sobornos en la Argentina aunque ellos, los dueños de la torta, también hubieran cometido un delito al pagar esas coimas.
Ni la ley argentina ni los convenios internacionales permiten acuerdos con esos beneficios para los arrepentidos.
La reconocida empresa constructora brasileña, cuyos funcionarios, en calidad de "arrepentidos", reconocieron haber pagado coimas por 35 millones de dólares a funcionarios del kirchnerismo para acceder a contratos de obra pública ante la Justicia de los Estados Unidos, fue el detonante de la rama argentina.
Con este antecedente, y un día después de levantada la cláusula de confidencialidad (que rige desde desde diciembre pasado), hace que el encuentro de hoy, tenga un color más importante en el marco de lo que es uno de los casos de corrupción internacional más polémicos. De hecho, el acuerdo firmado por Odebrecht y Rodrigo Janot, a cargo de la fiscalía general brasileña cuenta con la participación de otros diez países perjudicados.