Un frío clima recorre el búnker del Frente para la Victoria a medida que se aleja la expectativa de entrar a una segunda vuelta con el candidato del PRO, Horacio Rodríguez Larreta. Por el momento el kirchnerismo apuesta a la cautela y dice que no maneja números de boca de urna.
Con menos militancia que en la elección interna (apenas un puñado en la calle, y otro tanto adentro) el NH Tango, búnker elegido por el FpV, refleja el resultado en el ánimo de los presentes.
El diputado nacional Juan Cabandié fue el único hasta ahora en ofrecer declaraciones: dijo que no tenían números provisorios y le agradeció al electorado. Sin embargo, la tropa no dejó solo a Mariano Recalde, el postulante del Gobierno. Llegaron hasta el búnker de Cerrito y Tucumán Nilda Garré, Axel Kicillof y Oscar Parrilli, entre otros. Todos juntos ocuparon el tercer piso del hotel, como es costumbre.
"Lo único que quiero es ganarle a Lousteau", entonaba la militancia puertas afuera del NH. Esta vez los dirigentes del oficialismo optaron por no hacer boca de urna, o al menos no darlo a conocer. Es porque en las internas, los números provisorios del Gobierno fallaron y por mucho: ubicaban al candidato Recalde en el segundo puesto y terminó cuarto, detrás de Larreta, Michetti, y Lousteau.