El jefe y el subjefe de la Policía Federal, los comisarios generales Enrique Capdevila y Alejandro Di Nizo, presentaron sus renuncias ante la ministra de Seguridad, Nilda Garré, en desacuerdo con un plan oficial que incluiría la instalación de la Gendarmería Nacional en las comisarías de la zona sur de la Ciudad.
Según informaron a la agencia DyN fuentes de la fuerza, las dimisiones de los altos jefes se produjeron esta mañana y fueron rechazadas por Garré. El alejamiento o ratificación de los jefes no fue confirmado esta noche por el Ministerio, que tampoco informó si había reuniones para tranquilizar a las autoridades policiales.
Mientras, se especulaba también con la posibilidad de una reestructuración aún mayor en la Federal que incluya la presencia de gendarmes, prefectos y hasta de un civil en la conducción de la institución.
El plan del Gobierno que desencadenó la crisis consistiría en la instalación en las comisarías de la zona sur de la Ciudad de agentes de la Gendarmería Nacional para controlar la inseguridad en esa área.
Voceros del Ministerio de Seguridad negaron, en principio, esa medida, pero luego evitaron por todos los medios referirse al tema.
Según pudo averiguar DyN, el proyecto del Ministerio de Seguridad contemplaría incorporar a más de 1.000 gendarmes o prefectos en la zona sur de la Ciudad para luchar contra la inseguridad en esos sectores y sumarlos a las comisarías de esas jurisdicciones para que trabajen en conjunto con los agentes de la Policía Federal.
Sobre este punto, las fuentes policiales indicaban que la presencia de los gendarmes se ampliaría también a los distintos destacamentos que están a los largo de toda la avenida General Paz, donde por ejemplo suelen realizarse distintos controles vehiculares.
Otra versión indicaba que las comisarías pasarían directamente a manos de la Gendarmería, lo que implicaría un importante cambio en el funcionamiento de la institución.
En ese marco, se barajaba la posibilidad de que en caso de que se confirme la renuncia de los jefes de la fuerza o pases a disponibilidad, la Policía Federal podría quedar a cargo de un personal civil, destinado desde el propio Ministerio de Seguridad. Esta decisión, de concretarse, sería un paso más en la escalada que Garré inició sobre la Federal desde que asumió.
Hace cinco meses Garré realizó cambios históricos en la institución, que incluyó el desplazamiento de todos los superintendentes de la fuerza y de una gran cantidad de jefes de Direcciones Generales, Departamentos, Circunscripciones y Comisarías.
En ese momento, las distintas superintendencias de la Policía Federal quedaron a cargo de Comisarios Mayores, un rango menor al que correspondió históricamente en ese puesto, al igual que en las direcciones generales y departamentos.