A pesar de resultado parcialmente previsible, la primera realización de las elecciones primarias en el país deja algunos datos llamativos para cualquier análisis pero, antes que nada, se destaca la figura de Jorge Altamira, precandidato a presidente por el Frente de Izquierda. Cuando la gran mayoría daba por descontada su eliminación de cara a octubre, el candidato de la izquierda argentina dio una sorpresa. O más bien un “milagro”. Con los primeros resultados del escrutinio provisorio, obtiene el 2.45 por ciento de los votos, superando en algo más de un dígito el piso básico exigido por el Tribunal electoral para que pueda presentarse en los comicios del 23 de octubre.
Con una larga experiencia en campañas y elecciones como candidato a presidente, la situación de Altamira era prácticamente dramática: la reforma política que posibilitó las primarias exigía un caudal de no menos de 400 mil de votos válidos. Con pocas chances de conseguirlo, el histórico dirigente del Partido Obrero reclamó, en distintas oportunidades, un lugar en octubre, al tiempo que cuestionó el tinte de "izquierda" del oficialismo. "Nos tenemos que convertir en una fuerza mayoritaria", exhortó Altamira, al hablar en el cierre de su campaña, realizado en el Hotel Bauen. Antes, varios spots televisivos ponían de manifiesto este requisito, pidiendo los votos que todavía no llegaban. Incluso pidieron (sin suerte) a la jueza electoral de la Ciudad, María Romilda Servini de Cubría que los exima de esa exigencia. No obstante, ninguno de ellos fue el verdadero artífice de la victoria de la izquierda.
Un milagro para. Confiado en el impacto de su partido en esta elección, el candidato anunció pasadas las 20 que espera llegar al 4 por ciento. Horas antes, el periodista Gustavo Sylvestre alertaba sobre la sorpresa del Frente de Izquierda. “El milagro para Altamira es otra de las cosas para analizar” de esta votación, opinó el periodista Jorge Rial, uno de los principales impulsores (junto a Sylvestre) de la campaña del Frente en Twitter.
La red social que aparenta ser hoy uno de los principales espacios de participación política promovió en los últimos diez días dos hashtags o etiquetas en favor del candidato: #unmilagroparaaltamira y #disimulandolaveda, que permitió, con algo de picardía y creatividad, seguir pidiendo por la izquierda.
“Es la primera vez que una red social impulsa la candidatura de un político al que se le hacía cuesta arriba” el resultado de la elección, estimó Rial. “Los políticos tienen que prestarle atención a las redes sociales”, añadió.