Nadie podrá evitar la paranoia de Guillermo Moreno. El secretario de Comercio está convencido de que Esteban "Bebe" Righi tiene un problema personal con él. Terminó de comprobarlo el martes 21. Ese día, según dice Moreno, el procurador general de la Nación volvió a "echarle tierra encima". Righi le recomendó a la Corte Suprema de Justicia que admita un
recurso de apelación que había presentado la Fiscalía de Investigaciones Administrativas (FIA) en la causa en la que el Napia había sido denunciado en el 2008 por presunto enriquecimiento ilícito.
Moreno comenzó a gritar ante el círculo más estrecho de sus colaboradores: "¡Piensa que soy boludo! Ahora me va a llamar y me va a decir que es una cuestión procesal, que no es nada contra mí. ¡Acá está la mano de Alberto Fernández!". El funcionario que destruyó el INDEC no podía tolerar que el jefe de los fiscales –un hombre muy cercano al matrimonio presidencial– avalara un nuevo pedido para que la causa en su contra avance. Pese a que no se llevan bien, el Bebe y el Napia hablan seguido por teléfono y suelen tener campos de intersección bajo su órbita. El secretario de Comercio aún considera que las malas noticias que lo afectan emanan del cerebro del ex jefe de Gabinete y de sus amistades.