Córdoba – Ana Gritti, la única querellante particular en la causa judicial abierta por las explosiones registradas en 1995 en la Fábrica Militar de Río Tercero, vaticinó hoy que cuando el ex presidente Carlos Menem comparezca el 17 de diciembre ante el juez interviniente, Oscar Valentinuzzi, no se negará a declarar.
El ex jefe de Estado, quien está imputado por su presunta responsabilidad en las detonaciones ocurridas en noviembre de ese año –que tuvieron un saldo de siete víctimas fatales, centenares de heridos y millonarias pérdidas materiales–, fue convocado para el próximo mes por el juez federal subrogante de la ciudad de Río Cuarto a prestar declaración.
Consultada en torno a sus expectativas sobre la presencia del ex presidente ante el magistrado, Gritti dijo no creer que Menem “haga uso del derecho constitucional que tiene de abstenerse a declarar” y agregó que será necesario esperar a ver “qué elementos puede aportar a la causa”.
En declaraciones a Radio Mitre, la querellante recordó que Menem ya está procesado como coautor de contrabando de armas a Croacia y Ecuador durante su gobierno, entre los años 1991 y 1995, lo que en 2001 lo llevó a cumplir prisión domiciliaria como presunto jefe de la organización que traficó el material bélico.
Gritti, cuyo esposo fue uno de los siete habitantes de Río Tercero que murió a causa de las detonaciones, señaló que el dirigente riojano “no solamente ha hecho un encubrimiento”, al asegurar que Menem “sin haber hablado con ninguna autoridad de la fábrica, vino a dar una conferencia de prensa y afirmó que era un accidente”.
Refiriéndose a la reunión con los periodistas que encabezó junto al entonces gobernador de la provincia, el ya fallecido Ramón Mestre, la querellante recordó que Menem encaró vehementemente a los hombres de prensa diciéndoles que “tienen la obligación de transmitir lo que estoy diciendo: esto fue un accidente”.
La mujer insistió además en sostener que, según los antecedentes obrantes en la voluminosa causa a cargo del juez Valentinuzzi, está demostrado que se trató de “un plan urdido en Buenos Aires y puesto de manifiesto en Río Tercero, para dar una explicación accidental de lo que había acaecido”.
Finalmente, Gritti coincidió con la teoría del fiscal federal Carlos Stornelli, quien sostiene que las explosiones registradas en la Fábrica Militar de la ciudad de Río Tercero, una ciudad distante a 110 kilómetros al sur de la capital provincial, fueron producto de un atentado destinado a ocultar el contrabando de armas y municiones a Ecuador y Croacia.
Fuente: Télam