Rubén Giustiniani: "El tren bala suena a una nave espacial tirada por caballos"

Rubén Giustiniani es ingeniero civil, senador nacional por la provincia de Santa Fe, presidente del Partido Socialista y uno de los hombres con más llegada al gobernador santafecino Hermes Binner.

En esta charla con Perfil.com , habló sobre los últimos acontecimientos de la política nacional, entre ellos la conferencia de prensa de Cristina Fernández de Kircher, la figura de Moreno y la mayor participación del Congreso en las decisiones del país a partir del debate por la resolución 125. Pero también repasó la situación financiera de las provincias, y explicó por qué cree que es "descabellado" el proyecto para construir un tren bala en la Argentina.

Perfil.com: ¿Qué le pareció la conferencia que dio Cristina Kirchner el sábado?

Rubén Giustiniani: Que después de cinco años hayan hecho una conferencia de prensa es positivo. Pero se está a espaldas de la sociedad, en concreto, sobre la evaluación que hace del conflicto de cuatro meses con el sector agropecuario, es decir, que repetiría todo lo que hizo. Ameritaría una reflexión del gobierno nacional no insistir con la crisis de la resolución 125, y con aspectos como el de la inflación.

Perfil.com: En la conferencia, la Presidenta respaldó a Guillermo Moreno. ¿Qué opinión le merece este funcionario?

R.G.: El problema no es el chancho sino quien le da de comer. El problema es que el gobierno debe cambiar un estilo. Se necesita iniciar una etapa de diálogo, de búsqueda de consenso con los sectores políticos y sociales.

Perfil.com: Usted fue candidato a vicepresidente. ¿Cómo ve la relación entre Julio Cobos y Cristina Kirchner?

R.G.: No me suena lógica. Tendría que ser una relación de cooperación permanente, de articulación en este mismo proyecto político.

Perfil.com:¿Habló usted con Binner después de la reunión que tuvo con Massa?

R.G.: Sí, fue una reunión cordial, donde Santa Fe le planteó los requerimientos de la deuda que tiene el gobierno nacional con la provincia.

Perfil.com: Hablaron de la coparticipación federal de impuestos. ¿Qué expectativas tiene sobre el tema, siendo que Santa Fe es una de la provincias que reclama deudas?

R.G.: El gobierno no cumple con la ley de coparticipación federal, que plantea un piso de la masa de recurso coparticipable del 34 %, y hoy está en el 27%. Es dinero de las provincias que se queda la Nación, con un sistema tributario que ha ido distorsionando año por año el país federal que es letra muerta en la Constitución. Se necesita una nueva reforma de la ley de coparticipación planteada por la constitución del ‘94. Y también la necesidad de cumplir con la actual ley que es la que plantea ese piso que hoy no se está cumpliendo.

Perfil.com: Como sigue ahora, ¿es un daño a la autonomía provincial?

R.G.: Sí, es mucho más que eso. Es una inequidad de la relación Nación-provincia, que es otro de los temas que puso en discusión el conflicto agropecuario.

Perfil.com: ¿Cree que hubo líneas kirchneristas involucradas en los incidentes de Córdoba de la semana pasada?

R.G.: Yo no creo que se llegue a ese nivel de cosas. Lo que hay claramente es una metodología, que hemos expresado desde mucho antes de estas cuestiones, de usar la billetera presidencial como modo de disciplinamiento de provincias y de municipios. Entonces, a quienes se portan bien les dan fondos para obras a cuentagotas, y a quienes se portan mal no les dan nada.

Perfil.com: Como político y como ingeniero civil, ¿qué opina del tren bala?

R.G.: Suena descabellado ante las prioridades del país hablar de un tren bala en la Argentina. Suena a una nave espacial tirada por caballos. No es cierto que no le va a costar un peso al país. Eso no lo cree nadie porque son préstamos que alguien paga en algún momento. Se puede hacer perfectamente un tren diesel moderno que corra a 140 kilómetros por hora, que una Buenos Aires y Rosario en menos de tres horas.

Perfil.com: ¿Cómo ve el futuro de la situación política nacional?

R.G.: Hay un debilitamiento de la hegemonía del oficialismo que abre un espacio al crecimiento de diversos sectores de la oposición. Siempre dije que hegemonía del oficialismo y debilidad de la oposición eran dos caras de la misma moneda. Cada ampliación de la hegemonía del Ejecutivo se hace siempre en desmedro del Parlamento. Por lo tanto cuando hoy pasa lo inverso, se abre ese espacio, que va a ser ocupado evidentemente por sectores de la oposición, y por un mayor papel del Parlamento que es lo que pasó. Es bueno que la ciudadanía de golpe descubrió que los senadores trabajamos.

(*) Especial para Perfil.com