El listado de los hombres fuertes de la obra pública durante las presidencias de Néstor Kirchner y Cristina Fernández de Kirchner se convirtió esta madrugada en una nómina de buscados por el juez Bonadio, en el marco de una causa que investiga una red de coimas develadas por La Nación.
Con cerca de once detenidos, entre exfuncionarios y empresarios, y más de treinta allanamientos, Bonadio busca este jueves al empresario y extitular de la Cámara Argentina de la Construcción, Carlos Wagner; el exvicepresidente de Industrias Metalúrgicas Pescarmona (Impsa), Francisco Valenti, y el exdirector ejecutivo de la Entidad Binacional Yacyretá, Oscar Thomas. Ninguno de los tres fue encontrado: de no presentarse ante la Justicia, no se descarta que se emitan órdenes de captura nacional e internacional.
Favorito. La gestión de Fernández de Kirchner expuso una red de empresas y UTEs en el planeamiento y ejecución de obra pública marcada por sospechas y denuncias. Una de esas firmas es Esuco SA, de Carlos Wagner.
Quién es. Wagner, accionista de Esuco, fue presidente de la Cámara de la Construcción durante los gobiernos de Néstor y Cristina Kirchner. En esos años, logró cultivar una excelente llegada al ministro de Planificación, Julio De Vido.
Gracias a la gestión K, Wagner se especializó en viviendas sociales y obras viales en la provincia de Buenos Aires y, sobre todo, en Santa Cruz. En la provincia sureña hizo obras emblemáticas, como el aeropuerto de Río Gallegos. Con los Kirchner en el poder, obtuvo junto con otras empresas la construcción del acueducto Santiago del Estero ($ 20 millones), la protección costera en la central hidroeléctrica Yacyretá-Apipé (más de $ 437 millones) y la Usina Río Turbio. También la Planta Depuradora "Del Bicentenario", en el municipio de Berazategui. En todos esos años, acumuló contratos por casi 7 mil millones de pesos.
Báez y los Panama Papers. La financiera suiza Helvetic Services Group, atribuida a los hijos de Báez, investigada por presunto lavado de dinero en la Argentina, Uruguay y Suiza, dejó en medio del escándalo a Wagner: la empresa Decavial, de la que es accionista, giró parte de un pago pactado en US$ 16,5 millones con una firma de Helvetic. Esos fondos terminaron en una cuenta de la financiera suiza en el principado de Liechtenstein, paraíso fiscal, según informó PERFIL.
La conexión entre Wagner y Helvetic fue revelada por una operación inmobiliaria en Punta del Este, que es investigada por la Justicia de Uruguay y Argentina. Según los denunciantes de la "ruta del dinero K", Helvetic habría sido utilizada por Báez para blanquear 50 millones de euros a través de firmas panameñas y de otros paraísos fiscales.
La filtración de los documentos del estudio Mossack-Fonseca dieron cuenta de un "acuerdo de inversión" por tres millones de euros entre la sede uruguaya de Esuco SA y la firma offshore Future Lands Investment Ltd. (creada por Mossack-Fonseca en 2006). Future Lands Investment tenía un único propietario, Barnes & Miles. Su director era Néstor Marcelo Ramos, accionista de Helvetic.
Wagner siempre negó cualquier vínculo con Lázaro. "Jamás hice negocios con Báez", sostuvo, a la vez que aseguró haber sido "perjudicado de Lázaro Báez". Los grados de separación entre ambos son cada vez más estrechos.