Ayer, mientras Daniel Peralta enviaba a la Legislatura un proyecto para endeudarse, el ministro Julio de Vido lo atacaba sin nombrarlo: “No tomamos endeudamiento para pagar sueldos o gastos corrientes. Hay que tener más previsión en lugar de ajustar el cinturón”.
El gobernador de Santa Cruz está solo. Le responden dos de 22 diputados y su vicegobernador, Fernando Cotillo, es su principal enemigo. Tiene una pelea abierta con La Cámpora, la agrupación de Máximo Kirchner, que digita todo en la Patagonia.
Y lo peor de todo es que el rojo financiero de la provincia asciende a 2600 millones de pesos. Cuando se aprobó el presupuesto, en abril, Peralta calculó para todo el año un déficit de 1500 millones de pesos. Se duplicó esa cifra en ocho meses.
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