Mientras 55 personas continúan detenidas por los saqueos a comercios perpetrados entre el jueves y viernes en Rosario, el juez que investiga los robos advirtió que a imputados podrían recibir condenas de "tres a diez años de prisión". En tanto, el ministro de Seguridad provincial, Raúl Lamberto, destacó que "estos temas se deben acordar colectivamente", ante lo que apeló a dialogar con el Gobierno nacional.
El juez de Instrucción Javier Beltramone aseguró que durante los saqueos se perpetraron los delitos de "robo y hurto calificado; cometidos en banda y con algún tipo de arma". De ese modo, argumentó que "(los saqueadores) merecen penas de entre tres y diez años de prisión".
"La imputación es porque han sido detenidos in fraganti, llevándose enseres ajenos a cualquier cuestión social", indicó. "Si bien el delito es el mismo para cualquier tipo de víveres, cuando vemos que se llevan televisores de alta gama o whisky importado, la situación no es la misma", advirtió.
Para Beltramone, esta situación "se diferenció los saqueos de 1989 y del 2001". A pesar de que se registraron dos muertos en la ciudad santafesina de Rosario, el magistrado consideró que "se trata de un hecho violento, de robo calificado porque se actúa en banda o bajo una determinada situación".
Mirada colectiva. Por su parte, el ministro de Seguridad santafesino, Raúl Lamberto apuntó a una decisión nacional en torno a las penas. “Lo que sucedió en Rosario pasó en todo el país", estimó Lamberto. "Fueron saqueos, pero también vandalismo y es bueno tener una mirada de lo que está pasando en el país para abordarlo con mirada colectiva”, dijo en declaraciones radiales.
A su vez, advirtió que “seguramente tuvo alguna logística porque son muchos los que comentan que hubo motos, Audis negros y autos Polo grises tanto en Villa Gobernador Gálvez como en Rosario", aunque intentó no ahondar en el tema: “Aún es prematuro hacer un análisis político”.