En el medio de las tensiones que mantiene con Elisa Carrió, Ernesto Sanz compartirá mañana un acto junto al jefe de Gabinete, Marcos Peña. La excusa será el primer encuentro de un grupo de jóvenes sub 40 del PRO y de la Unión Cívica Radical que empezarán a mostrar un trabajo conjunto con el objetivo de fortalecer Cambiemos.
El radical viene teniendo poca exposición pública, aunque participa activamente de las reuniones de mesa chica del Gobierno. Esta situación viene generando resquemores en las propias filas del radicalismo, propensas al internismo. Quienes lo critican, además, suelen ser de la línea interna que perdió en la Convención radical de Gualeguaychú, donde se decidió avanzar en un acuerdo con el partido de Mauricio Macri.
En el medio, esta semana Carrió salió a criticarlo, al decir que no va a permitir que vuelva a interceder en su relación con el Presidente, situación que dejó al descubierto una realidad: la relación entre Lilita y Sanz está rota desde hace ya tiempo.
La foto junto a Peña, en este contexto, le servirá para mostrar que su nivel de influencia dentro de las esferas del poder sigue intacto. El radical y el macrista se transformarán así en una suerte de padrinos políticos de un nuevo armado que buscará generar una mayor integración entre las filas de Cambiemos, aunque por ahora sin representantes de la Coalición Cívica.
El evento será mañana a las 18.30 en el bar Raggio, del barrio porteño de San Telmo. Por un lado, estarán los integrantes de La Generación, una agrupación macrista que nació hace unos ocho años, con muchos dirigentes que con la llegada de Macri a la presidencia accedieron a cargos importantes a nivel nacional. Por el otro, habrá una veintena de radicales de gran parte de las provincias, la mayoría de ellos referenciados nacionalmente en la figura de Sanz. Son dirigentes con cargos en el Gobierno o en dependencias del Estado en sus provincias, o con puestos legislativos.