POLITICA

Sarlo cuenta cómo fue la irrupción de la patota K en la Feria del Libro

En diálogo con Perfil.com, relata los detalles de la presentación del libro de Gustavo Noriega sobre el INDEC. Por qué compara a "6,7,8" con un jardín de infantes.

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| Claudia Martnez Greco

La escritora Beatriz Sarlo nunca va a la Feria del Libro, sin embargo ayer decidió romper con ese hábito y fue como panelista a la presentación del libro INDEC: historia de una estafa, de Gustavo Noriega. Fue allí donde se desató un brutal escrache, que incluyó golpes, sillazos e insultos cruzados, con Sarlo como espectadora privilegiada. "Dada la importancia del tema que el libro tiene, porque es muy bueno y, por lo tanto, tiene que ser más peligroso para el "morenismo" y la intervención del INDEC, me pareció que ir era precisamente estar presente en un acto político, no sólo en una presentación de la vida social y literaria", dijo a Perfil.com.

"El escrache desgraciadamente forma parte de los hábitos contemporáneos, que se dan de manera casi habitual, pero de ninguna manera pienso que hay una cabeza en Olivos que ideó el escrache al libro, sino que vino de gente que responde a la lógica de lo que está sucediendo en el INDEC", sostuvo Sarlo, quien subrayó que " lo que pasó anoche es lo que pasa todos los días en el INDEC, con la violencia que ponen y respaldan los matones que ha puesto Moreno".

Al recordar los hechos, la intelectual señaló que la gente del Instituto presente en la sala fue decisiva porque cuando empezó la violencia comenzaron a gritar "que se vayan, que se vayan" y expresó que "ellos [por los empleados] ya están acostumbrados a reconocerlos". Para ella, no hay dudas de que los violentos eran empleados del organismo estadísticos. "Me preocupa mucho cómo están viviendo el día de hoy, después de que fueran vistos ayer en ese acto y agredidos", deslizó, en referencia a los trabajadores que reclamar la expulsión de la intervención.

Al apelar a una figura retórica para definir la situación que se vive puertas adentro del INDEC, Sarlo descartó definirlo como una metáfora de lo que pasa en la instuticiones hoy. "Yo creo que más que una metáfora, el INDEC es una hipérbole", aseguró. "Yo dije en la presentación que si había algo en lo que habían coincidido todas las facciones políticas en la Argentina, incluso en el medio de disputas terribles, en el Siglo XIX, más precisamente desde 1821, es en ir fundando sucesivas oficinas y departamentos de censos y estadísticas", explicó.

"Hasta los peores enemigos políticos coincidieron en la necesidad de tener estadísticas, por tanto lo que se está destruyendo es uno de los proyectos con mayor permanencia, más aún que la enseñanza pública", explicó y recordó que "la primera oficina de estadística es de 1821, el primer profesor de estadística en el país fue el general Mitre, Sarmiento trajo a los estadistas alemanes y europeos y el primer censo se hizo en 1879". El peso de la historia en la cuestión no es menor: "Es tal la necesidad de que un país tenga estadísticas confiables que tiene una extensión en el tiempo y en la historia casi más larga que la de la educación pública".

La opiniones de Beatríz Sarlo siempre generan ruido en el Gobierno y sus seguidores. No obstante, según confió a Perfil.com, "nunca he sido víctima de escraches y he ido últimamente a varias movilizaciones kirchneristas". ¿Cómo reaccionan los que marchan cuando la ven? "Gente me ha preguntado de mala manera quién me paga, a quién le sirvo, de quién soy sirvienta, y yo he contestado de mala manera también", relató. Se la ve tranquila y cuenta por qué: " Yo viví en Argentina durante la dictadura militar, así que una columna de "6,7,8", la verdad que me parece una cosa de jardín de infantes".