"Ni loco deja el cargo, lo tenés que sacar con las patas para adelante", graficó ante este diario un amigo de Juan Pablo Schiavi, el secretario de Transporte, que fue dado de alta ayer después de someterse a una angioplastia y a la colocación de un stent.
Lo describió como un obsesivo del trabajo, incapaz de abandonar el puesto a menos que se lo pidan.
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Otras fuentes cercanas al funcionario dijeron, en el mismo sentido, que Schiavi volverá a trabajar la semana que viene. “No está claro si va a ser el lunes. Los médicos le pidieron que descanse unos días y que después retome su actividad”, explicaron. “Ni por casualidad está pensando en pedir licencia”, agregaron.