La relación entre Daniel Scioli y Cristobal López llegó al fútbol. El gobernador bonaerense encontró en la cancha la excusa para extender el vínculo con el empresario del juego, que desde 2009 amplió sus negocios a la compra de medios de comunicación.
Sin embargo, el fútbol no le da a Cristóbal tantas satisfacciones como los bingos que consiguió manejar en el territorio bonaerense, ni la administración de rutas, ni las ganancias que le aportará obtener la mitad del casino Trilenium, en Tigre. Sucede que Clear, el equipo de fútbol de salón de Comodoro Rivadavia que tiene como sponsor a su empresa de higiene urbana, debió ir ayer por la revancha ante el club Villa La Ñata, de Scioli, tras perder en enero la Copa Argentina de Futsal Mar del Plata 2014.
Aquel mal resultado para Cristóbal (el equipo había perdido en Mar del Plata 9 a 7) había sido festejado doblemente por Scioli, quien anotó un gol y dio una asistencia.
Ayer, el ex motonauta aprovechó la actividad oficial en Chubut para finalizar el día en Comodoro Rivadavia como visitante en un partido a beneficio de un comedor comunitario.
De local, Clear buscó ayer revertir el resultado del primer encuentro, que había generado quejas entre los propios integrantes del equipo sureño, ya que aseguraron que en Mar del Plata jugaron en canchas con medidas inadecuadas y una pelota no profesional. Volvió a ganar el equipo del gobernador: 9 a 6.
A pesar de que Scioli gobierna la provincia de Buenos Aires desde diciembre de 2007, el empresario del juego que creció bajo el calor kirchnerista recién obtuvo el primer bingo en 2009 (hoy clausurado por Jesús Cariglino, intendente massista). Desde aquel momento, Cristóbal logró expandirse y ramificarse. El año pasado, una resolución del Ministerio de Infraestructura bonaerense autorizó al grupo CPC SA, de López, a participar del consorcio que administra las rutas 2 y 11, y a fines de año, el propio Scioli intercedió en las negociaciones para que el empresario consiguiera el 50% del casino Trilenium en Tigre, cuyas últimas ganancias declaradas fueron de $ 30 millones.
Cristóbal no detiene en estos negocios sus ambiciones en el territorio gobernado por Scioli, ya que pelea desde hace años por instalar tragamonedas en el Hipódromo de San Isidro y ahora se mostró interesado en la compra de salas a la española Codere, que aún mantiene un precio alto para no ceder a la venta.
Esta relación también es beneficiosa para el gobernador, a quien entusiasma el tratamiento de su gestión que consigue en el canal de noticias C5N y Radio 10, los dos pilares mediáticos de Cristóbal López. Scioli es la principal apuesta del zar del juego en la carrera por la sucesión. En su intención de permanecer más allá del kirchnerismo, el empresario buscó también acercarse a otro presidenciable, Sergio Massa, a quien le ofreció, sin éxito, financiar parte de su campaña electoral de 2013.