La CGT afín al oficialismo que conduce el metalúrgico Antonio Caló realizó ayer una tensa reunión de su comisión directiva. Más temprano, el gremio metalúrgico de Caló había informado en una solicitada publicada en Crónica que sus afiliados tendrían libertad de acción en el paro del martes, al que definió como “legítimo”. Sin embargo, recordaron también “su apoyo y reconocimiento a todas las leyes y acciones que en más de una década, han mejorado nuestra calidad de vida”.
El encuentro, realizado en la sede del Sindicato de Peones de Taxis de Omar Viviani, comenzó a las 11 de la mañana y se extendió por cuatro horas. Uno de los temas más ríspidos es la posición de los gremios frente al paro del próximo martes convocado por la Confederación Argentina de Trabajadores del Transporte, al que ya adhirieron la CGT de Hugo Moyano, la CGT Azul y Blanca, que dirige Luis Barrionuevo, la CTA de Pablo Micheli y los bancarios.
Desde uno de los gremios más importantes de la central indicaron a PERFIL: “Todos comparten el reclamo de un cambio en ganancias y hay varios gremios oficialistas que están pensando en adherir”. El metalúrgico y otros jerárquicos de la central ya avisaron que si no hay un cambio en ganancias deberán aumentar las demandas en las paritarias.
El sindicato de alimentación, de Rodolfo Daer, anunció que se sumará al paro. También mantiene un plan de lucha Luz y Fuerza con el impuesto a las ganancias como principal reclamo.
Del encuentro de ayer participaron, entre otros, José Luis Lingeri (Obras Sanitarias), Gerardo Martínez (Uocra), Ricardo Pignanelli (Smata), Andrés Rodríguez (UPCN), además del anfitrión Viviani y el secretario general Caló.