El ex presidente Néstor Kirchner arengó el jueves pasado en el Teatro Argentino de La Plata: "Hagamos el automóvil argentino, todo con autopartes argentinas, con mano de obra argentina". Y en cuestión de horas, la ilusión empezó a motorizarse desde el Anses con la sugestiva participación del organismo como prestamista directo de una terminal automotriz.
Hasta el momento, el interés oficial está puesto en la fabricación de un auto cien por ciento nacional. De hecho, trascendió que el mismísimo secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, está buscando lanzar ese "auto argentino" para venderlo a 30.000 pesos.
No obstante, los pronósticos de la realidad indican que el sueño K estaría un poco lejos habida cuenta que por el momento sólo pueden tener una participación en esas fabricaciones. No habrá que esperar un modelo totalmente argentino, sino sólo una mayor participación de piezas nacionales en las existentes.
"La verdad es que el plan viene flojo, está a un paso lento, porque fue difícil coordinar a todos los participantes", explicó Dante Alvárez, presidente de la Asociación de Concesionarios de Automotores (ACARA).
Según Alvárez, "hay una reducción de las expectativas de ventas con el plan estímulo, si llegamos a 100 mil unidades vendidas va a ser sumando utilitarios, camiones y otros planes". El plan estímulo financiaba el 80 % del valor del auto, contra un 20 % de pago al contado. Según las cámaras, la flexibilización del plan estímulo fue decidida entre ADEFA, ACARA, la ANSES y Moreno.