Sergio, el hermano de Santiago Maldonado, acusó a Mauricio Macri de especular con el dolor de su familia. En medio de la conmoción por el reconocimiento del cuerpo del joven, y luego de haber escuchado al ministro Germán Garavano en TN, Sergio se quejó porque Macri llamó desde un número privado, “dos días antes de las elecciones”, a su madre “que no está en condiciones”. “Me da asco”, concluyó. El martes, cuando apareció el cuerpo, también había resaltado la ausencia del Estado. “Aparecieron 78 días después”, dijo.
Los Maldonado critican la defensa que los funcionarios hicieron desde el principio de la Gendarmería y ponen sobre la mesa las pistas que constan en el expediente que apuntan, al menos, a un encubrimiento, como el llamado del segundo de Patricia Bullrich a la Gendarmería para que laven las camionetas antes del peritaje.
Ayer, en un breve comunicado firmado por toda la familia, criticaron la “inexplicable negativa” del gobierno nacional a recibir ayuda de expertos de la ONU para esclarecer el caso. Y pusieron en duda las circunstancias que rodearon a la aparición del cadáver en el Río Chubut.
A Sergio Maldonado le cuesta creer -lo había dicho el martes- que el cuerpo de Santiago no haya sido “plantado” para desviar la investigación y desvincular a los culpables de su muerte. Prevalece la idea de que el cuerpo estaba en otro lugar, y que lo tiraron al río intencionalmente.
En el comunicado los Maldonado reclamaron que se conozcan los nombres de los responsables de que el joven haya aparecido sin vida, pero también de los que “entorpecieron” el accionar de la justicia y obstaculizaron la búsqueda de la verdad.
“Nadie podrá sacarnos de la cabeza que se podría haber hecho mucho más y mucho antes”, indicaron en el escrito. Los familiares del joven criticaron también al gobierno por su “inexplicable negativa” a recibir ayuda de expertos de la ONU, “de comprobada experiencia internacional”.
Con cautela, pese al profundo dolor, el comunicado expresa la necesidad de que los medios de comunicación, los partidos políticos y los organismos de derechos humanos sigan manteniendo “el reclamo por justicia con más fuerza que nunca y en paz”.