El ex apoderado de la fundación Madres de Plaza de Mayo Sergio Schoklender denunció que el ex jefe de Gabinete y senador nacional del kirchnerismo Aníbal Fernández también quería "quedarse" con los "negocios" de la ex Ciccone Calcográfica, por los que "se estaba peleando" con el vicepresidente Amado Boudou.
Schoklender, imputado como jefe de una asociación ilícita que desviaba fondos públicos destinados a viviendas sociales, argumentó que estuvo involucrado en el "rescate financiero" de la imprenta de billetes Boudou -investigado en la causa de la actual Compañía de Valores Sudamericana-, pero aseguró que no era el único funcionario interesado en levantar la quiebra.
Agregó que Fernández "hacía bailar como un títere" al juez federal a cargo del expediente por el presunto desvío de fondos públicos destinados a viviendas sociales, Norberto Oyarbide, y definió al magistrado como un "corrupto" que, ahora, recibe llamadas telefónicas del secretario de Legal y Técnica, Carlos Zannini, y la ministra de Seguridad, Nilda Garré.
"Me vino a ver a la fundación (Madres de Plaza de Mayo) un accionista minoritario de (la ex) Ciccone, quien tenía a su vez una opción de compra del resto de las acciones. Vino a ver si podíamos hacernos cargo porque se estaban peleando un grupo de Boudou y de Aníbal Fernández por quedarse con (la ex) Ciccone", denunció el ex apoderado.
Schoklender, en una entrevista publicada hoy por el diario Clarín, evitó brindar mayores precisiones al decir que no recordaba la identidad del supuesto emisario, no obstante lo cual manifestó que lo visitó "tres o cuatro veces" y obtuvo una respuesta negativa de su parte. Al volver a fustigar a Oyarbide, Schoklender -quien pasó 52 días en prisión en la causa en la que continúa imputado como jefe de una asociación ilícita- definió al juez federal como "un personaje siniestro y corrupto".
"(A Oyarbide) lo hacía bailar como un títere Aníbal (Fernández). Después, comenzaron a llamarlo Zannini y Nilda (Garré)", denunció.
Al insistir con las supuestas irregularidades en torno a la ex Ciccone Calcográfica (actual Compañía de Valores Sudamericana), se limitó a repetir que "Boudou era muy amigo de (el secretario de Obras Públicas, José) López. Hacían negocios juntos", como los que Schoklender denunció en su defensa por el supuesto desvío de fondos públicos destinados a viviendas sociales.