Pocos minutos después de que finalizara en Rosario el acto del campo con duras críticas al Gobierno, la presidenta Cristina Fernández de Kirchner brindó un breve discurso en la ciudad de Salta, en el que llamó a dejar de lado intereses sectoriales, en pos "de los intereses de la Patria".
Sin hacer referencias directas a los hombres del campo que están en Rosario, pero tampoco sin olvidarse de ellos, la Presidenta encabezó los actos oficiales por el 198ª aniversario de la Revolución de Mayo, al pie del Monumento al General Miguel Martín de Güemes.
El acto oficialista comenzó con el discurso del gobernador Juan Manuel Urtubey. En el palco oficial se pudo ver al piquetero Luis D'Elía, que viajó en el avión presidencial hasta la capital provincial, en medio del gabinete nacional en pleno, gobernadores y funcionarios nacionales.
El eje del discurso presidencial se basó en el recuerdo a los “próceres de la patria” y en un llamado a la ciudadanía a participar en conjunto de la “gesta del Bicentenario Patrio”
“Siempre me he preguntado cómo se rinde homenaje a hombres como Güemes, como Belgrano, San Martín, Castelli y Mariano Moreno. Tal vez unos piensen que se les rinde homenaje cantando el himno y poniéndose la escarapela, pero yo creo que se les rinde homenaje construyendo un país diferente", enfatizó la mandataria ante una multitud de militantes.
A la hora de hablar del Bicentenario, la Presidenta también se acordó (con disimulo) de los hombres del campo: “Convocamos a todos los hombres y mujeres que crean que sea necesario construir este país con redistribución de la riqueza, con salarios dignos, donde haya lugar para hombres y mujeres de distintas edades e historias. Para ello debemos cumplir un requisito: aprendamos que antes que el sector, antes que nuestra propia individualidad, están los intereses de la Patria, esa es la generación del Bicentenario, a eso convocamos”.
“Quiero decirles que el desafío que tomamos es grande, pero sabemos que la historia está de nuestra parte, porque la historia la construyen los pueblos, no los dirigentes. El pueblo no reconoce propietarios, todos somos Argentina”, enfatizó la mandataria, que habló alrededor de 15 minutos y que en todo su discurso nunca pronunció las palabras “diálogo” y “campo”.
Como cada vez que habla, la Presidenta recordó la crisis del 2001 y resaltó la gestión de su marido, el ex presidente Néstor Kirchner. También recordó a las Madres y Abuelas de Plaza de Mayo, “esas mujeres con pañuelos en la cabeza que jamás se callaron y tampoco dejaron de levantar sus banderas”.
En el final de su discurso, la Presidenta volvió a convocar “a una nueva gesta del Bicentenario, para entonces sí, además de cantar el himno y ponernos la escarapela, rendir homenaje en serio a esos hombres que junto al pueblo ingresaron definitivamente en la historia de nuestra patria”.
Tedeum. Antes, la Presidenta participó del Tedeum en la Catedral Basílica de Salta, en el marco oficial del acto por los 198 años de la Revolución de Mayo.
El vicario episcopal Victor Hugo Díaz presidió la homilía, que no contuvo críticas al gobierno nacional, pero pidió "no caer en la ley de la selva" y "recuperar el diálogo". Junto a la jefa de Estado estaban el vicepresidente Julio Cobos, ministros del Gabinete nacional, los gobernadores de Buenos Aires, Daniel Scioli; de Chaco, Jorge Capitanich, y de Tucumán, Jorge Alperovich, además de autoridades provinciales y municipales, diplomáticos y políticos.