La Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) criticó hoy, en el marco de la 71° Asamblea que se celebra en Charleston, capital de Carolina del Sur (Estados Unidos), "el mínimo límite ético" que surge de lo que definió como "abuso" gubernamental de las cadenas nacionales "con fines de propaganda" en la Argentina y precisó, además, que esa práctica "va contra la Constitución y la Ley".
El titular de la Comisión de Libertad de Prensa e Información de la entidad, el uruguayo Claudio Paolillo, director del semanario Búsqueda de Montevideo, planteó también que "en este año electoral, el gobierno de Cristina Kirchner continúa usando la publicidad oficial como sistema de premios y castigos, a pesar de dos claras sentencias de la Corte".
En su informe semestral sobre la Libertad de Prensa en el continente, el vocero precisó que el gobierno argentino "ha abusado de las cadenas nacionales con fines de propaganda partidaria, lo que va contra la Constitución, contra la propia Ley y contra un mínimo límite ético".
En general, advirtió que "ningún país de América está a salvo de esta corriente censuradora que olvida que los gobernantes están obligados a rendir cuentas a sus mandantes, los pueblos" y añadió que, "en lugar de ello, los mandatarios asumen una posición cuasi monárquica, profundamente antidemocrática y antirepublicana", según consignó la agencia DyN.
Además, en el informe calificó hoy a los 12 años de gobierno kirchnerista como "el período más adverso" por el que han transitado los medios "desde el regreso de la democracia".
En ese sentido, solicitó a los candidatos presidenciales que, en la nueva etapa que se avecina tras las elecciones, los medios públicos no sean más "usados como instrumentos políticos de los gobiernos de turno" y específicamente pidió que las conferencias de prensa vuelvan "a integrar la dinámica democrática".
La evaluación resaltó que la presidenta Cristina Fernández de Kirchner haya hablado durante el presente año en más de 40 oportunidades por cadena nacional y que "buena parte de ellas fueron empleadas para destacar su gestión, alejándose de lo establecido en la Ley de Medios sancionada durante su Presidencia".
El detalle crítico de los últimos 12 años incluyó también los que fueron definidos como los "obstáculos" que encontró el periodismo durante ese período, ya sean de carácter económico, legislativo, normativo o "de presión", que el Informe atribuyó, como en el caso de otros gobiernos latinoamericanos a la "intolerancia".
Otra parte del Informe fue dedicado a recordar que "el trabajo periodístico fue perturbado por numerosos actos de violencia e intimidación" y Jornet citó los casos de varios periodistas atacados por su tarea profesional, algunos por cuestiones ligadas al narcotráfico, "un fenómeno que crece de manera alarmante en nuestro país", dijo.
El informe sobre Argentina en materia de libertad de prensa incluyó una serie de "obstáculos" con los que se ha encontrado el periodismo en los últimos 12 años que son, "con matices, los mismos que se registraron en esta etapa en otros países latinoamericanos que tuvieron gobiernos intolerantes respecto de las voces críticas".