Este viernes 29 del noviembre, casi nueve meses después de haber sido citado a indagatoria por primera vez, el fiscal federal Carlos Stornelli se presentó para declarar ante la justicia federal de Dolores. Lo hizo en el marco del caso por la presunta red de espionaje ilegal que habría operado en el país y cuya cabeza habría sido el detenido falso abogado, Marcelo D’ Alessio.
La indagatoria de Stornelli se prolongó durante casi diez horas. Todo se da en el juzgado a cargo de Alejo Ramos Padilla, al que Stornelli llegó el viernes a las 11 en punto de la mañana, la hora en la que estaba citado. Lo hizo a bordo de un auto que tenía a otro vehículo de custodia. En un breve diálogo con la prensa que lo esperaba en el lugar, Stornelli afirmó: “voy a responder preguntas, aclarar todo lo necesario. Estoy a completa disposición del juez”.
Con anteojos de sol y una carpeta bajo el brazo, el fiscal de la causa de los cuadernos de las coimas ingresó al juzgado al que se resistió a ir desde la primera semana de marzo, cuando fue citado por primera vez, lo que le valió ser declarado en rebeldía en el caso, tras sus sucesivas negativas a presentarse.
La indagatoria podría seguir el lunes y luego el magistrado decidirá su situación procesal
El juez tiene diez días hábiles para definir la situación de Stornelli. Allí se abren tres posibilidades: puede ser procesado, sobreseído, o que se le dicte la falta de mérito, es decir que seguiría siendo investigado tras no haberse encontrado elementos que inclinaran la balanza en una de las dos direcciones anteriores.
Declaración. Según se pudo saber, Stornelli habría realizado una exposición apoyado en documentación y un “ayuda memoria” y habría pedido que se cite como testigo a Leonardo Fariña.
Adentro del juzgado, a Stornelli lo esperaba Ramos Padilla, el hombre que encabeza el caso desde el 28 de enero pasado, cuando se recibió la denuncia por presunta extorsión del productor agropecuario, Pedro Etchebest. Diez minutos después que Stornelli llegó Juan Pablo Curi, fiscal del caso cuyo primer detenido fue el falso abogado D’ Alessio, en febrero.
Precisamente, a D’ Alessio y Etchebest habría sido a quienes apuntó Stornelli en su declaración. Según pudo saber este diario, el fiscal habría hecho hincapié en el vínculo que habría existido entre ambos y la complicidad que habrían tejido y con la que, según su postura, buscaron derribar la causa de los “cuadernos de las coimas”.
La versión sería, aunque con mayores detalles y precisiones, la misma que Stornelli sostuvo desde el comienzo del caso con sus allegados y en distintas declaraciones a los medios de comunicación.
En febrero, apenas conocido el caso, el fiscal declaró a la prensa: “D’Alessio es una persona que conozco, pero no me hago cargo de lo que haya dicho o de lo que pueda decir. No sé a qué responde todo esto. El denunciante es una persona que no conozco y que ni siquiera está nombrada en la causa de los cuadernos”. A lo que agregó: “calculo que todo esto debe tener el objetivo de dañar, de ensuciar, de embarrar la cancha, de desprestigiarme y de sacarme de la causa de los Cuadernos”, agregó el fiscal al tiempo que lo catalogó como una “operación política berreta”.
Argumento. La causa de los cuadernos de las coimas es también el argumento que usó Stornelli, a mediados de este mes, para explicar su cambio de posición respecto de ir a Dolores. En su comunicación a la Procuración General de la Nación hizo saber que como la causa ya estaba elevada a juicio oral y público, podía presentarse con tranquilidad.
El punto que no dejó de llamar la atención es que desde la elevación del expediente hasta su decisión de concurrir pasaron casi dos meses. Tras su confirmación de que iría a declarar, Stornelli cambió de abogado. La renuncia de Roberto Ribas, el primer penalista que lo acompañó, motivó que la audiencia fuera reprogramada.
Precisamente al interior de la Procuración es adonde Stornelli tiene dos frentes internos. Por un lado, por los hechos puntuales que lo llevaron a quedar imputados y por otro, por su resistencia a presentarse ante la justicia, lo que le valió ser declarado en rebeldía.