Para algunos, se trata de un juego de la gallina, donde los dos conductores van directo a una colisión frontal. Para otros, sólo es un “golpe por golpe”, parte de un intercambio entre dos púgiles que puede durar mucho tiempo. Más allá de las comparaciones, la relación entre el Gobierno y el clan Moyano se encuentra sin lugar a dudas en su momento más difícil.
El jueves fue detenido el vicepresidente de Independiente, Noray Nakis, acusado de asociación ilícita y lavado de dinero. El golpe contra el segundo de Hugo Moyano en el club de Avellaneda fue definido por el juez de garantías de Lomas de Zamora, Gabriel Vitale. Pero fue celebrado por el Gobierno como un éxito propio.
Además de Nakis, se detuvo a Roberto Petrov, conocido como “el Polaco”, tras un intercambio de disparos con las fuerzas policiales, que dejó a dos efectivos heridos. Petrov fue sindicado como custodio del líder camionero y lo acompañó en actos sindicales y partidos de fútbol. Pero cerca del camionero aseguran que se buscó que controle a la barra y él terminó pasándose de bando.
Esta acción judicial ocurrió un día después de la protesta organizada por Pablo Moyano, la Corriente Federal del bancario Sergio Palazzo y las dos CTA contra la reforma laboral que acordó el Gobierno con la CGT. Además de la convocatoria, que sorprendió incluso a algunos de los organizadores, la marcha tuvo como consecuencia advertencias desde la bancada peronista en el Senado y puso en riesgo el trámite legislativo de las reformas.
En el entorno del líder camionero se desvincularon tanto de Petrov como de Nakis. Nadie piensa salir a defenderlos mientras surgen audios incriminatorios. Pero creen que si esta medida judicial no se extiende a otros clubes pronto, se trató de un golpe directo a los Moyano. Un castigo por su posición política y una amenaza de más acciones judiciales y administrativas que buscarían hacer caer el imperio que construyó el principal clan sindical del país.
En el mundo sindical, muchos creen que el Gobierno está decidido a usar la Justicia como un medio de control de las protestas gremiales. Quienes están más lejos de Moyano también creen que él está dispuesto a llevarse puesta a la CGT en esta pelea y desarmar la unidad que construyó en torno al triunvirato, que comandan Daer, Schmid y Acuña. Si a alguno le quedaban dudas de que la alianza entre Pablo y Palazzo tuvo la venia del líder camionero, el bancario estará en la lista con la que Hugo buscará la reelección en Independiente.
Pelea por OCA. Además de la lucha de poder en el mundo del fútbol, también sobrevuela la “cuestión” OCA, la empresa postal donde algunos creen que los Moyano tienen cerca de la mitad de su “tropa” empleada, mientras ellos sostienen que se trata de una simple defensa de los 7.000 afiliados de su gremio.
Sea cual sea la realidad, no hay dudas de que si el Gobierno avanza contra la empresa postal habrá una fuerte respuesta del moyanismo. La marcha del miércoles fue apenas una muestra del poder de fuego de los camioneros, capaz de desabastecer desde los cajeros hasta las estaciones de servicio de todo el país.
Por ahora, anticiparon a PERFIL desde el frente gremial opositor que se estrenó este miércoles, no habrá nuevas medidas. Quedarán a la expectativa de lo que ocurra en el Congreso con la reforma laboral antes de continuar avanzando. En el caso de los Moyano, quedarán atentos a ver si la Justicia avanza sobre otros clubes o si el único blanco es el que preside el jefe del clan.